LXIII. Merecer

199 36 3
                                    

Sabía que su esposa no estaba bien desde que Natasha decidió aparecer de nuevo en su vida, claro que no había mejorado ahora que había decidido irse, su matrimonio iba en picada, cada vez parecía empeorar de hecho.

– ¿Te gusta? – Preguntó Vision mientras veía a Wanda jugar con su comida y el tenedor

– ¿Qué? – Alzó la vista intentando sonreír de inmediato

– Si te gusta la cena – Indicó viendo su plato de comida

– Ah – Asintió rápido – Sí, gracias, te quedó sabrosa

– ¿Ah sí? – La vio a los ojos – Ni siquiera has probado un bocado

– Lo siento... estoy un poco dispersa – Rio intentando aparentar normalidad

– Muy dispersa desde que volviste a ver a Natasha ¿Verdad? – Emitió con notable fastidio

– Vis... – No sabía que decir, habían ignorado a Natasha desde que llegó, tratándola como alguien más del pueblo, claro que por su actitud notaba que no – Ya ni siquiera está más aquí, no vale la pena ni mencionarla

– Se nota que te duele que ya no esté aquí – Emitió sabiendo que era la verdad – Ambos sabemos para lo que Natasha vino y sus intenciones de irse sin decírtelo de frente fueron buenas, pero de nada servirá si tú te quedas aquí pensando en lo que hubiera pasado si fueras con ella a darte esa segunda oportunidad, sé que tienes un millón de dudas y razones por las que decir que no, pero si una de las razones de peso soy yo, en serio prefiero que me dejes a vivir una relación así, no la estamos pasando bien como pareja y ya hemos atravesado problemas, este no es uno nuevo ni que creo que vayamos a superar

– Estos días he estado cansada, sabes lo extenuante que han sido, por favor no dramatices nuestro matrimonio y creas que tiene algo que ver con Natasha

– Soy tu esposo y a mí ni siquiera me has querido besar, una mañana te veías muy resuelta saliendo del consultorio, pero al volver estabas triste, no creas que no me doy cuenta de tus repentinos cambios cuando ibas con Natasha o volvías... el punto es, Wanda, que te des la oportunidad con Natasha, porque no puedo estar en un matrimonio en el que no me siento como hace tan solo unas pocas semanas, no te digo que tomes la decisión ahora, pero considéralo y piénsalo, sería lindo que al menos uno de nosotros sea feliz – Sonrió con suavidad de manera sincera

– No voy a dejarte, Vis, no lo pienses ni por un segundo – Negó rápido – Tú eres mi esposo, eso significa algo para mí, no soy la persona que deja a su pareja por ningún motivo

– No es bueno que vivamos de esta forma, yo puedo soportar perderte porque tú seas feliz, pero no aguantaré una vida de miseria para los dos en esta casa, siempre creí que sería provisional, pero no que Natasha vuelva tan rápido – Confesó con gran seriedad

– Nosotros dos vamos a estar juntos para siempre no hay discusión al respecto – Tomó de su vaso y después llevó un bocado a sus labios – Está deliciosa la cena, dejemos de arruinarla hablando sin sentidos y centrémonos en que es una linda velada, una buena cena y que posiblemente en una o dos horas estemos teniendo sexo en nuestra cama – Sonrió volviendo su atención a la comida

– Natasha y tú se merecen y quieren esa vida de vuelta...

– No te haré algo así – Decía con la voz neutral – Dejarte sería ruin de mi parte

– Estaré bien sin ti, iría a visitarlas a la villa y tal vez yo conozca a otra mujer, podría decirle a todos que enviudé para no levantar sospechas

Hazme Pecar  | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora