XXXVIII. Volver

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Tenía a Wanda recostada en su regazo, besaba sus labios y acariciaba su rostro, disfrutaban de un lindo picnic en medio del bosque, habían sacado una cesta, con una manta y todo, Natasha recordaba cuando solían ir de picnic en el pueblo.

– ¿Me das más queso? – Pidió Wanda viendo a su esposa, se sentía tan agusto de estar con ella en sus piernas

– Bien – Natasha se inclinó por el plato de quesos y se apoyó mejor de vuelta en el árbol, tomó un pedazo y lo puso en los labios de Wanda, pero se lo quitó rápido comiéndolo ella

– Nat – Rio queriendo alcanzar el plato que tenía Natasha en manos

– Yo te doy... – Se lo apartó

– No es cierto, te los estás comiendo tú – Hizo puchero

– Un beso y te alimento en la boca

– Bueno – Se medio sentó para besarla

Natasha al alejarse tomó otro pedazo de queso para comérselo, Wanda se sentó mejor tomándola del cuello y mordió la parte que sobresalía de sus labios.

– Amor – Se quejó Natasha pasando lo que tenía en la boca y dejando el plato de lado – Me has mordido el labio – Decía aún en ese tono – Me ha dolido

– ¿En serio? – Se sentó mejor viendo a su esposa, se acercó a su boca

– No me toques – Emitió con voz consentida

– Nat – Intentó no reír acercándose a besar su mejilla – Déjame ver – Tomó la muñeca de Natasha para quitarla de sus labios

– No – Se volteó

– Mi Nat – Seguía riendo y besaba su mejilla

– Te estás burlando de mí – Se quejaba

– Nat – La abrazó de la cintura – Mi amor – Quitó su mano y la vio de frente – No tienes nada, mentirosa – Besó sus labios de manera rápida

– Claro que sí – Le mostró su labio inferior – Me duele

– ¿Quieres que te dé besitos? – Acarició sus mejillas

– Sí – La vio a los ojos

– Mi Nat – Sonrió acariciando sus mejillas y dejando pequeños besos en sus labios – Mi amor, hermosa... – Acarició su nariz con la de ella – Te amo, Natasha

– Te amo – Sonrió – Pero me debes una mordida

– ¿No es suficiente con que te haga cariñitos y te dé besitos?

– No

– Eres muy consentida – Rio con suavidad

– Así me amas – Sonrió encogiéndose de hombros

– Así te amo, así me encantas, así eres lo que más adoro en todo el mundo – Sintió a Natasha ponerse encima suyo, cayó en el piso con su esposa encima entre risas

Wanda sintió a su esposa besarla, la tomó de la cintura acariciando su mejilla con la otra mano correspondiendo sus besos con los ojos cerrados, era feliz de que estén juntas para siempre, de haber recuperado su vida al lado de su esposa, todo era perfecto.

– ¡Auch! – Exclamó Wanda viendo a Natasha alejarse un poco riendo

– Me la debías – Rio después de morder su labio y estirarlo un poco

Hazme Pecar  | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora