LXVIII. Defender

191 34 5
                                    

– Es de una amiga – Le restó importancia tomando la máscara de la mano de Wanda

– ¿Y esa amiga tiene nombre? – Se alzó en sus codos viéndola a los ojos no entendiendo el recelo con el que sostenía la máscara

– El que yo sé creo que es falso – Se encogió de hombros

– ¿Tienes una amiga que te miente?

– No lo sé – Emitió risueña – Es... gracioso, ella es... linda – Suspiró

– Sigues sin decirme cómo se llama – La cuestionó

– Lilith – Rio con suavidad – Insisto que no creo que sea su nombre real

¿Por qué no lo sería?

– Es muy... es sacrílego – Respondió tratando de no seguir sonriendo, Wanda no se lo estaba tomando con buen humor

– La primera mujer del mundo, lo sé

– Esa historia nunca me la has contado – Se acercó a besar sus labios

Seguro tu amiguita ya te lo explicó

– Wanda... – Besó su mejilla con suavidad – Es sólo una amiga

– ¿Qué clase de amiga?

– ¿Estás celosa o me parece? – Entrecerró los ojos alejándose un poco

– Te parece – Se cruzó de brazos volteando hacia un lado

Wanda sintió a Natasha besar su rostro y cuello – No tienes por qué, es sólo una amiga... ¿Me estás escuchando? – Intentó buscar su mirada con la de ella – Wanda – Besó sus labios y notó que no le correspondía – Ya basta – Rio con suavidad

– ¿Me vas a responder?

– ¿Qué cosa?

– ¿Qué clase de amiga? – Repitió

– De la clase que conoces una vez, compartes unos besos, la ves dos o tres veces con más besos de por medio, y yo... yo no la voy a buscar

– Pero ¿Si ella te busca? – Acarició su cintura

– Mmmmm... ¿Qué tanto me dejarías hacer con ella?

Wanda rio negando, conocía a Natasha, ella no era de las que salía con varias al mismo tiempo– Todo lo que quieras, tú eres mía de todas formas ¿No?

– Tenemos una relación abierta ahora – Dijo de broma besándola

– Totalmente – Alzó las cejas abrazándola a ella – Yo también quiero salir con alguien más

– ¿Ah, sí? ¿Quién? – Frunció el ceño

– No sé – Acarició su cabello – Pero creo que puedo encontrar a alguien

– Esa idea no me agrada – La vio a los ojos besando sus labios

– ¿Yo comparto, pero tú no? – Preguntó delineando su perfil con la punta de su dedo

– Exacto – La besó con suavidad y volvieron a abrazarse

Era tarde por la noche, pero no pararon de hablar en susurros como también mantenerse cerca, pasaron las horas, pero no sentían que así era.

– Es tarde para que camines en la calle – Susurró Natasha

– ¿Me vas a mandar a la calle? – Hizo puchero

Hazme Pecar  | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora