Hazme Pecar | Wandanat

LXV. Baile

Disfrutaba tanto bailar con ella, el misterio de las máscaras, la música suave, el vino y los aperitivos, hace mucho que no la pasaba tan bien como en ese momento, no estaba buscando a nadie en específico para tener ni siquiera una aventura por la noche, pero este momento le estaba fascinando.

Sentía las manos de Lilith en su cintura, vio su intención de acercarse a sus labios, Natasha se sentía nerviosa, no besaba a nadie hace tanto tiempo, sentir esos labios ajenos encima de los suyos era una experiencia totalmente nueva, apenas su boca se había sólo acercado a la suya, Lilith al notar que no había rechazo dejó pequeños besos encima de esos labios que se moría por probar, sentía a su acompañante relajarse entre sus brazos.

– ¿No quieres ir a un lugar más privado? – Ofreció Lilith

– Llegas tarde y encima ¿Quieres irte ahora? – La vio a los ojos con una ligera sonrisa, aún se sentía nerviosa, pero sus besos no le desagradaban en lo absoluto

– Si desaparecemos unos minutos nadie se va a dar cuenta – Susurró en su oído

– ¿A dónde planeas ir? – Rio con suavidad, quería dejarse convencer unos minutos más

– No creo que quieras ir a mi habitación... – Se movían con sutileza al compás de la música

– Si no fuera una señora tal vez sí iría...

– ¿Estás casada? – Preguntó sorprendida

– Viuda – Corrigió – Pero tengo dos hijos, así que no creo que quieras ir a solas con una señora

– Si tú eres la señora, sí quiero – Sonrió volviendo a presionar sus labios con los de ella – Vamos, Natasha... por favor

– Sigues sin decirme a dónde quieres ir – Alzó las cejas con suspicacia

– Mmmmm.... ¿La biblioteca? – Pensó rápido – Mi habitación también sigue disponible – Mordió su labio inferior viéndola a los ojos

– ¿Dónde está tu habitación? Sólo por curiosidad, no creo que yo vaya ahí – Bajó la voz sintiéndose tentada por esa manera en la que mordía su labio

– Es aquí, vivo con Steve y Tony temporalmente – Se encogió de hombros

– Mmmmm... – Asintió riendo internamente

– ¿Vamos? – Besó su mejilla – Quiero quitarte esa máscara para verte mejor

– Bueno... – Mordió su labio inferior – Te sigo

Tomó la mano de Lilith y caminaron entre la gente saliendo del salón, Natasha cruzó miradas con Steve y Tony que le sonrieron y la animaron a seguir a la chica.

Caminaron por el pasillo, Natasha se volvía a sentir joven y con tanto ánimo en el ser mientras corría detrás de ese cabello castaño que ondeaba dirigiéndose a la biblioteca, entraron al lugar cerrando la puerta con seguro.

Jamás había visitado la biblioteca de ese lugar, era como estar en una tienda de juguetes, se acercó a todas las repisas pasando las puntas de los dedos por los lomos de los libros mientras leía los títulos.

– Si vienes a visitarme seguro que Tony te deja leerlos todos – Dijo rodeando la cintura de Natasha – Claro que yo te cobraré con besos por cada palabra que leas... – Empezó a besar sus hombros por sus clavículas hacia su cuello

– ¿Por qué tú? – Sonrió dejándose hacer

– Porque sí – Mordió su mejilla con suavidad