LX. "Defectuosa"

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– ¿Quieres que traiga a Zaira? – Ofreció Wanda después de quedarse viendo al bebé de Natasha

– Sí, gracias – Sonrió arrullando a su pequeño

Wanda salió de la habitación pasando los nudillos de sus índices por debajo de sus ojos tratando de respirar lo mejor posible, recibir al hijo de la mujer que más había amado en la vida no había sido tan fácil como pensó.

Caminó en dirección a la habitación de Zaira, sonrió viendo a la pequeña jugar con la ama de llaves, entró caminando con cuidado tocando la puerta delicadamente.

– Zaira ¿Puedes venir conmigo? Hay alguien que quiere conocerte – Emitió Wanda estirando la mano hacia la pequeña

– ¡Sí! – Exclamó emocionada levantándose corriendo hacia Wanda para tomarla de la mano

Acarició la pequeña mano de Zaira mientras caminaban al cuarto para bebés, entraron a la habitación, Wanda alzó a la pequeña a la camilla para que conozca a su hermanito.

– Hola, bebé – Sonrió Zaira tomando una mano del bebé con mucho cuidado

– Es tu hermanito, Zaira – Emitió Natasha con los ojos empañados en lágrimas

– Está bonito – Continuaba jugando con su mano – ¿Cómo se llama?

– Joe, Joe Barnes ¿Te gusta? – Preguntó viendo a su pequeña, quien estaba emocionada

– Es muy lindo – Asintió Zaira con emoción

Wanda estaba ahí, pero se sentía como una espectadora, no podía participar en la alegría, ella era su paciente y quería mantener las líneas que por momentos cuando jugaba con Zaira eran borrosas y difusas, así que se despidió diciendo que le haría una consulta al bebé en un mes y dependiendo de eso podría llevárselo, claro que también le dijo que podía llevarlo con ella si había algún problema.

...

Tener un bebé entre brazos era de sus mayores alegrías, sobretodo con Zaira, quien estaba emocionada de tener un hermanito menor, ayudaba a su mamá a bañarlo, cambiarle el pañal, hacerlo dormir, su mamá la dejaba tomarlo en brazos cuando se sentaba en la cama.

Zaira estaba en su habitación jugando con sus muñecas mientras su hermanito dormía, escuchó la puerta y con emoción bajó las escaleras, vio cómo Ayleen abría la puerta y sonrió grandemente.

– ¡Wanda! – Exclamó lanzándose a los brazos de la doctora

– Hola, niña linda – Decía completamente emocionada tomándola en brazos

– Te extrañe mucho – Rodeó sus pequeños brazos en el cuello de Wanda

– Yo más, ya quería verte, niña linda – Sonrió acariciando su mejilla

– La señora Barnes la espera en la habitación del bebé – Anunció Ayleen bajando las escaleras

Wanda agradeció y subió con Zaira en brazos, no pasaba más de una semana sin que tenga que visitar a Natasha, así que no verla a ella ni a su familia por un mes entero resultaba muy difícil, pero esa sería la última vez que vería a todos para siempre.

– Buenos días, Natasha – Saludó entrando a la habitación del bebé dejando a Zaira en el piso

– Buenos días – Sonrió de vuelta

Wanda notó a Natasha con un brillo único y especial, muy diferente a la primera vez que la volvió a ver después de años.

– Vine para revisar a tu bebé – Sonrió acercándose a Joe

Hazme Pecar  | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora