MAXIM
Cuando las chicas se fueron nos pusimos a dar rondas por toda la casa vigilando los pasadizos secretos que ellas nos mencionaron.
No fue tan drástico como pensaba, algunos salían de estos pasadizos y se morían en menos de dos segundos. Otros eran más anormales y se enfrentaban a la muerte entrando por la parte trasera de la casa.
¿Quién en su sano juicio simplemente entra por la parte de atrás como perro por su casa?
Pero que se va hacer. Si la gente quiere morir hay que matarla.
Después de un par de horas ya no llegaban más personas a buscar la bandera así que nos acercamos al escondite y visualizamos que todo estaba en su lugar. Volvimos y nos miramos para coincidir en el mismo pensamiento.
—¿Dormimos?
—No me lo preguntes dos veces.
Cuando André terminó esa frase empezó mover todo lo de la sala para crear un amplio espacio. De mi parte busqué unas cobijas gruesas y las puse en el piso, fui por unas almohadas y el castaño y yo nos tiramos a dormir.
No me juzguen gente, pero ya era muy tarde y gente no venía así que teníamos que aprovechar.
De todas formas, nosotros ya hicimos nuestra parte, era turno de las chicas y lo que ellas se van a enfrentar vale lo mismo a los otros tres clanes que nosotros nos enfrentamos, así que estamos todo iguales.
¿No?
De igual forma las chicas son fuertes. Ellas van a salir ilesas de esto.
—¿Saldrían vivas?
—¿Dudas del potencial de tu novia?
—No, dudo de las locuras que se le pueda atravesar por la cabeza a tu novia.
Me rio ante el comentario del castaño, a veces y solo a veces le daba la razón de que mi osita y yo perfectamente locos el uno al otro.
—Tranquilo... ellas van a llegar sanas y salvas .
—Eso espero.
Para este punto estaba mirando un lugar fijo en el techo, pero decido mirarlo para preguntarle lo que me he aguantado.
—¿Cómo es que tú y Valentina son novios? ¿no se odiaban?
—Tú lo dijiste "odiaban", verbo pasado.
Volteo los ojos por su comentario.
Ya se cree un profesor de lengua.
—Y los de novios...
—A bueno... todo pasó en el hotel y... —lo interrumpo.
—Ya gracias, no quiero saber más —pongo cara de asco.
—Pero... -se echa a reír —solo te iba a decir que tuvimos...
—QUE YAAAAA.
Andre suelta una enorme carcajada cosa que hace que deje mi cara de asco por cambiarla a una de felicidad y se me pegue su contagiosa risa.
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ANTONETT
Romansa¿Qué pasaría sino supieras diferenciar entre un ángel y un demonio? ☠️❤️