¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ANTONETT
Mi esperanza estaba perdida igual que mi mirada. Miraba algún punto de este calabozo preguntándome como saldré de aquí hallando que las únicas respuestas a una posible escapatoria involucraban el tener magia o algún tipo de poder sobrenatural.
Cosa que no tengo.
No quería que mi padre por ningún motivo vaya a visitar a mi novio. Y no por desconfiar de mi novio sino por desconfiar de mi padre. Tal vez y le haga algo horrible, lo convenza de algo o simplemente lo quiera matar.
Este último pensamiento fue el más fuerte de todos, el que hizo que luchara contra las fuertes y gruesas cadenas atadas a mis manos queriendo hallar libertad. Cosa que por razones obvias no se logró.
No me importaba si mis muñecas me dolían y se ponían de color morado por tanta fuerza que ejerzo para intentar liberarme, aunque se vea difícil, aunque se vea imposible. No pierdo las esperanzas de salir de aquí.
Solo quiero que todo esté bien.
No quiero que le hagan daño.
Si... si le hicieran daño... nunca me lo perdonaría.
Las lágrimas empezaron a salir una por una involuntariamente y así fue como terminé llorando una vez más por mi libertad. Pero esta era diferente, en esta no involucraba una libertad solo que me convenía a mí, quería libertad para enfrentar a mi padre y no dejar que nada le pasara a Maxim.
Por lo visto ese hombre es capaz de hacer cualquier cosa. Lamentablemente lo aprendí muy tarde.
Hice una sesión más de fuerza contra las cadenas sin encontrar existo alguno y pare simplemente porque ya no sentía mis manos. Me volteo al ver estas y están completamente moradas, retrocedo para tocármelas y no las siento entre sí, para nada.
Alejé todo pensamiento negativo cuando veo como poco a poco agarran su color original mientras se pasean por ellas un hormigueo dando a entender que vuelve la circulación a estas.
Necesito encontrar una salida pronto.
«Intenta manipular a los guardias»
Son duros como una roca. No creo lograrlo.
«Inténtalo. Es mejor intentarlo y fallar que no intentarlo y quedarte con la duda. Solo quiero que Maxim esté bien»
Yo también.
Iba a empezar mi sesión de seducción cuando me veo interrumpida antes de abrir la boca para decir un hola por una patada en la puerta que hace que esta se abra, dando la imagen de una persona que en mi vida quería volverle a ver la cara.
—Antone...
—Cállate y líbrame de estas cadenas.
El ver esa traidora frente a mi dio la suficiente potencia para que la que está hablando ahora no sea yo sino Scarlett quien a diferencia de lo que estaba proyectando, sabía que quería arrancarle la cabeza a esa castaña y se lo estaba tomando con mucha calma.