El vínculo inquebrantable

Capítulo 18; La Poción 🧪

En una tarde soleada, luego de hablar con Tom, Hermione se reúne con su amiga Elena. Con un gesto de confusión, Hermione le explica que la poción que le dio ella, no funcionaría.

-"Elena, ¡es increíble!" exclamó Hermione con sorpresa. Tom mencionó un hechizo ancestral que anula las pociones anticonceptivas. ¡Imagina desde cuándo existe eso!"-

Elena, dejando escapar un suspiro de desconcierto, respondió: -"¡Es fascinante y a la vez inquietante! ¿Qué más te reveló Tom?"

Ambas se sumergieron en un mar de reflexiones sobre aquel hechizo perdido en el tiempo.

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Hermione, con el corazón en un puño, se acercaba a los ÉXTASIS, esperando descubrir la verdad detrás de la poción antiguo. Sin embargo, su nerviosismo se intensificaba al sentirse mal durante un mes, temiendo lo peor. En medio de la incertidumbre, Dumbledore la convocó a su despacho en una noche llena de misterio y posibles revelaciones.
La tensión y la intriga se apoderaban de Hermione mientras se preparaba para enfrentar lo desconocido.

Esa misma tarde, Hermione entró en el despacho de Dumbledore, con la luz titilante de las velas iluminando el lugar. El brillo plateado de los recuerdos en los pensadores reflejaba un pasado lleno de secretos. El ambiente estaba cargado de magia y expectación mientras Hermione se preparaba, la interrogación del profesor.

Dumbledore, con su mirada penetrante, notó a Hermione pálida y preocupada. Con gentileza, le preguntó -"Hermione, ¿cómo te encuentras hoy?"- ¡Vaya, vaya! Hermione, consciente de la sagacidad de Dumbledore, respiró profundamente antes de dar una respuesta. Con sinceridad, confesó-"Estoy bien en general, pero sí he tenido algunos mareos en clases. Mi amiga Elena se ha preocupado mucho por mí y lo sabe." - La mirada de Dumbledore se volvió aún más atenta, captando cada palabra con sabiduría. La complicidad entre ellos era evidente en ese momento.

Dumbledore, con su oído agudo, propuso con calidez -"Hermione, sería prudente que fueras a la enfermería para que te examinen."

Sin embargo, Hermione, con determinación en su voz, respondió: "No hace falta, profesor. Estoy segura de que es solo cansancio. Estaré bien, de verdad." - La firmeza en sus palabras reflejaba su voluntad de seguir adelante sin interrupciones. Un momento de valentía y autoconfianza en medio de la incertidumbre.

Hermione se despidió del profesor Albus Dumbledore con una mirada de agradecimiento y preocupación marcando su rostro. Siguió por los silenciosos pasillos del castillo hacia la enfermería, sumida en sus pensamientos. De repente, al doblar una esquina, se encontró con la inesperada presencia de Tom Riddle, quien la aguardaba con una expresión enigmática en uno de los pasillos oscuros del castillo. Sus miradas se encontraron.

En ese instante, el mundo pareció detenerse para Hermione. La mirada ansiosa de Hermione buscaba una salida, mientras el prefecto de Tom se preparaba para una tarea inesperada. La tensión en el aire era palpable, revelando la importancia de esa decisión aparentemente insignificante pero cargada de significado.

Tom Riddle se acercó a Hermione con paso seguro y una sonrisa intrigante en los labios. Con un tono suave pero firme, le preguntó a Hermione -"¿A dónde te diriges a estas horas por los pasillos del castillo?". -El eco de su voz resonó en la quietud de la noche, creando un ambiente tenso y cautivador. Hermione se sintió inquietamente observada por esos ojos penetrantes, sin saber cómo responder a la inesperada interrogante de Tom Riddle. ¡La - tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo! .
Hermione, con un deje de mal humor para disuadir a Tom Riddle de seguirle, respondió con firmeza. -"Fui llamada por el profesor Dumbledore. Tenía mis razones para andar por los pasillos a estas horas". -Su tono revelaba determinación y un atisbo de desconfianza hacia Tom.