El vínculo inquebrantable

Capitulo 45; La Cueva

Hermione apareció cerca de Hogwarts, dirigiéndose inmediatamente a la cabaña de Hagrid, donde había dejado a su hija Estel. Con la varita en mano, avanzó con determinación. Sin embargo, antes de que pudiera llegar, algo la golpeó con fuerza, tumbándola al suelo. Al girarse para levantarse, vio una gran silueta con pelo en el rostro y dientes puntiagudos. Era el mismísimo Fenrir Greyback.

—"Vaya, vaya... pero a quién tenemos aquí. ¿Dónde vas, encanto, con tanta prisa? "—dijo Greyback con una sonrisa siniestra.

Hermione se levantó de golpe, apuntando a Greyback con su varita. En ese momento, una voz de mujer se hizo escuchar.

—"Estate quieto, Greyback, sabes perfectamente que no debes lastimarla por orden de nuestro señor."

Greyback miró a la mujer, gruñendo levemente.

—"No creo que se dé cuenta si me divierto un rato con ella, ¿no crees, Nagini?"

"Nagini." Ese nombre resonó en la mente de Hermione, era muy familiar.

La mujer siseó.

—"Ya sabes lo que dijo nuestro señor, Greyback. No me hagas repetirlo de nuevo."

—"Sabes tan bien como yo que te gustaría acabar con ella, y tener a tu señor para ti sola, ¿verdad, querida? "—replicó Greyback con malicia.

Nagini lo miró con frialdad.

—"Lo que yo quiera no mitigará la ira del señor tenebroso y su castigo, Greyback."

Mientras discutían, Hermione recordó el nombre de esa mujer. La interrumpió con determinación.

—"Tú "—dijo, señalando a Nagini—. "Mi hija habló de ti... creía que eras de su edad..."

Nagini hizo una pequeña reverencia, con una mirada de burla.

—"Esa soy yo. Tu hija es encantadora y lo que más le gustaría es poder ver más a su padre, querida... o al menos, eso es lo que desea."

—"No permitiré tal cosa, y ella lo sabe" —dijo Hermione con enfado.

—"¿Qué sabe, querida? ¿Que tú no dejas ver a su padre? Uff, tengo que aguantar esos lloriqueos de una niña de diez años..."

Greyback se rió estruendosamente.

—"Luego sabes que tienes una compensación con nuestro señor, ¿no es así, Nagini? Una noche de pasión y luguria... "—dijo, riendo.

Hermione sintió un peso en el estómago. Sabía que no debía tener esos sentimientos, pero su mente la traicionaba.

—"Así es, querida... La verdad es que nuestro señor sabe cómo complacer a una mujer" —dijo Nagini con un tono provocador.

—"Lo que haga Riddle o deje de hacer no me interesa" —dijo Hermione secamente, tratando de mantener la calma.

Nagini se acercó, sus ojos brillando con un desafío malicioso.

—"No mientas, Hermione. Puedo ver en tus ojos que hay algo más. No puedes negar lo que sientes."

Hermione apretó los dientes, su varita temblando en su mano.

—"Mis sentimientos no tienen nada que ver con esto. Todo lo que me importa es mi hija y mantenerla a salvo de monstruos como ustedes."

Greyback avanzó un paso, disfrutando del enfrentamiento.

—"Vamos, querida, déjate de tonterías. Sabes que no puedes ganarnos. Ríndete y quizás seamos misericordiosos contigo."

Hermione levantó la barbilla, su mirada firme.