Capítulo 9 - Desayuno en Familia

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La pequeña Charlie, con sus cinco años, caminaba emocionada hacia el comedor. Siempre desayunaba con su padre Alastor, su tío Husk y su tía Rosie. Eran su familia, aunque también estaba su papá Luci, pero él siempre dormía y nunca había desayunado con ellos.

Al llegar al comedor y no ver a nadie, Charlie sintió un nudo en el estómago. Su mente de niña de cinco años se llenó de miedo y pensó que la habían abandonado.

Estaba a punto de llorar cuando un sirviente se acercó a ella.

_ Pequeña princesa Charlie_  dijo el sirviente con una sonrisa amable. _ su padre y tus tíos están en el jardín desayunando. Tu padre me envió a buscarte_

La emoción volvió a llenar a Charlie y, dando brincos de alegría, corrió hacia los jardines. Conocía muy bien los pasillos del palacio y en poco tiempo llegó a los jardines.

Charlie corrió tan rápido como sus pequeñas piernas se lo permitieron, tropezando un poco con la hierba del jardín.

Cuando vio a su padre y a sus tíos, gritó de felicidad y se abrazó a una de las piernas de su papá Alastor.

Alastor, que estaba sentado y conversando con Husk y Rosie y con un demonio que no conosia la pequeña, pero eso no le importo por el momento, Alastor se giró al escucharla.

Al ver a Charlie, sonrió y la levantó en sus brazos, dándole un beso en la frente.

_ Charlie, tengo algo importante que decirte _ dijo Alastor, mirándola a los ojos. Charlie lo miró con curiosidad, esperando a que continuara.

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_ Papá Luci va a despertar, ¡al fin! _ con gran emoción, exclamó Charlie, sus ojitos brillando de alegría mientras se abrazaba a su padre Alastor.

_ ¡Alto!_  Ángel finalmente reunió el valor para hablar después de todo ese tiempo. _ Todo esto es confuso para mí y no quiero que destruyan mi alma, aunque técnicamente ya no me pertenece. Pero no puedo quedarme aquí _ declaró Ángel, consciente de los peligros que implicaba poner su cabeza en riesgo al desafiar el poder del soberano Alastor.

_ Husker _  dijo Alastor, y el mencionado simplemente chasqueó la lengua, dando a entender que hoy tendría menos tiempo para disfrutar de una buena botella de alcohol.

_ Sí, yo me encargo _  respondió Husk con desdén. Sin más, Alastor se levantó con Charlie en brazos y se retiró de la escena junto a Rosie, quien simplemente sonreía.

_ Bien, ahora eres mi puta responsabilidad _ comentó Husk mientras terminaba su café, no siendo particularmente fanático de la bebida, pero sabiendo que cumpliría su propósito.

_ Conoces a mi jefe, me va a matar y ya llego tarde, no solo por una noche, sino por todo un día_ dijo Ángel cruzando los brazos, expresando su preocupación.

_ Como sea, le enviaré el dinero a Valentino. Tú te quedas aquí hoy. Mierda, no me gusta tratar con esa maldita polilla _ se quejó Husk, pero sabía que la única satisfacción que tendría sería el despertar de Lucifer.

_ De acuerdo, pero ten en cuenta que aunque pueda ser un puto prostituto, no trabajo barato ni una sola foto mía_ respondió Ángel con una sonrisa socarrona.

_ Ja, podría pagarte lo que ganas en un año _ respondió Husk con arrogancia.

Este comentario hizo que Ángel frunciera el ceño y abriera la boca para reprochar, pero Husk ya estaba caminando hacia el interior del palacio, dejando a Ángel atrás con sus pensamientos.

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Salió del ascensor, mirando su teléfono. No había muchas novedades, excepto un rumor que circulaba por las redes sociales sobre el supuesto romance del príncipe goetia con un plebeyo.

_ Qué bajo puede caer alguien con tan alto estatus para involucrarse con alguien insignificante _  murmuró con desdén.

La risa conocida de Valentino resonó a su lado, haciendo que volteara fugazmente.

_ ¿Qué pasa, Val? _ preguntó con indiferencia.

_ Solo disfruto de las buenas ganancias_  respondió Valentino con una sonrisa enigmática.

_¿Quién es el empleado del mes esta vez? _ dijo de forma sarcástica, refiriéndose a cuál de las trabajadoras de Valentino había conseguido grandes beneficios económicos.

_ ¿Quién más podría ser? Ángel, es la estrella después de todo _  respondió Valentino con tono seductor.

_ No entiendo cómo ese juguete no se desgasta _ comentó Vox, algo molesto.

_ Bueno, está hecho de muy buen material, Vox _ replicó Valentino con malicia.

Vox pensó que la conversación había terminado y volvió su atención a su teléfono.

Pronto, Velvette lanzaría su nueva línea de ropa y Vox sabía que el infierno estaba esperando ansiosamente el nuevo diseño. Pero aún podía sentir la mirada de Valentino y su sonrisa socarrona.

_ ¿Qué más, Val? Suelta lo que tengas_ instó Vox, mostrando cierto interés.

_ Pues adivina quién ha pagado lo que Ángel gana en un mes, solo por un día_  susurró Valentino en tono seductor, indicando que era algo que despertaba interés.

_ ¿Quién?_  preguntó Vox con curiosidad en aumento.

_ El gatito de los soberanos _  el crujido del teléfono que Vox sostenía se hizo presente mientras se apretaban los puños, sin importarle el daño que causaba en el dispositivo.

_ Jajaja, aún te afecta que no haya aceptado tu propuesta_  dijo Valentino, disfrutando de aumentar el malestar de Vox.

_ Ese idiota solo es un oportunista; casarse con el soberano solo para conseguir un estatus superior. Es un maldito..._  Vox soltó una serie de palabras insultantes.

No podía evitar sentir resentimiento por Alastor, quien había rechazado su propuesta hace años para involucrarse con el soberano Lucifer. Era una estrategia antigua y mezquina.

Sin embargo, en lo más profundo de sí mismo, el overlord de la televisión tenía que admitir que no había sido una mala idea y que Alastor había sabido aprovechar las oportunidades.

Maldita sea




Si tan solo él hubiera sido más       astuto.

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El segundo gobernante después de la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora