capitulo 24 - Ya casi

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La mañana llegó, Lucifer y Alastor se levantaron para iniciar su día.

_ Buenos días, cielo _ Alastor saludó con un beso en los labios, robándole un gemido a su rubio esposo. _ Parece que alguien se levantó sensible _ le sonrió sugerente mientras besaba su cuello.

_ Al, amor, por favor _ pidió en un susurro, lo cual fue muy excitante para el pelirrojo.

_ ¿Qué pasa? _  le susurró, pero sintió un movimiento bajo las sábanas que le hizo comprender todo. _ Ya veo.

_ Al, haz que pare _  le pidió suplicante. _ Desde que me levanté _ empezó a explicar. _ Empiezo a estimular cada parte de mí, ya no puedo _ pidió entre suspiros.

_ ¿Por qué no me levantaste, cielo? _ le habló bajito en el oído, causando un temblor en el cuerpo más pequeño.

_ Perdón, pero dile a Ali que pare _ le pidió por tercera vez. _ No me hace caso a mí y solo continúa.

_ Así que ¿Ali? _ preguntó, ignorando las súplicas.

La sombra de Alastor tenía envuelto todo el cuerpo de Lucifer desde que despertó, estimulando cada parte, y no paraba a pesar de las peticiones de Lucifer.

_ Así lo nombré _ se retorció cuando sintió el ya conocido espasmo previo a un orgasmo.

_ Bien, ya basta _ ordenó Alastor cuando notó que Lucifer había llegado a un orgasmo.

La sombra obedeció y desapareció, permitiendo que Lucifer pudiera respirar tranquilo, recuperando el aliento.

_ Lucifer, vístete y bajemos a desayunar _ habló Alastor sonriente, bajando de la cama para prepararse.

_ No bajaré en un rato_ jadeó Lucifer, sintiendo que sus piernas temblaban como gelatina.

_ Está bien, como quieras, cielo _ le dio un último beso en los labios antes de ir a desayunar.

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_ Papá Al _  la pequeña encontró a su papá por los pasillos, listos para ir al comedor, y se lanzó a sus brazos.

_ Princesita, buenos días _ Alastor saludó a su hija mientras acariciaba su cabello rubio.

_ ¿Y papá Luci? _ le preguntó.

_ Se quedó dormido, está un poco cansado _ respondió Alastor, caminando hacia el comedor.

_ Pero, ¿va a despertar? _ su rostro mostraba miedo, un temor que Alastor entendió.

_ Oh, no, mi niña, no va a dormir por mucho tiempo, solo anoche se cansó mucho, así que está recuperando energía _ explicó tranquilamente, ofreciéndole una sonrisa sincera.

Llegaron al comedor y comenzaron a desayunar, solo los dos esta vez.

_ Papi Al, estoy emocionada, mi tía Rosie me llevará a ver mi vestido_  habló mientras comía su desayuno.

_ Me alegro, corazón de venado, recuerda portarte bien _ acarició su cabecita, algo que ya era costumbre.

_ Buenos días, mis amores _ la voz de Lucifer se escuchó al entrar.

_ Papi Luci _ exclamó la pequeña y corrió a los brazos de su papá Luci.

_ Mi dulce de manzana _ Lucifer besó las rosadas mejillas de la niña.

El segundo gobernante después de la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora