El segundo gobernante después de la historia

cap 29 - ¿reforma?

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Lucifer disfrutaba cada instante con su pequeña Charlie. Verla crecer era un regalo precioso, un respiro de la oscuridad que lo rodeaba. Dos meses habían pasado desde que despertó de su coma y la vida en el infierno parecía un poco más llevadera.

Estaba reunido con Rosie, la administradora del infierno, planificando la fiesta del pentagrama, un evento que no se había celebrado en los seis años que él estuvo en coma. La energía del pentagrama se había debilitado, por lo que era necesario un ritual para restablecerla.

_ Todo está listo, Lucí _ dijo Rosie con una sonrisa, aunque su rostro reflejaba una preocupación. _ Pero hay algo que me inquieta. _

_ Dime, Rosie _ Lucifer la miró con atención, siempre atento a las inquietudes de su administradora.

_ A pesar de que Alastor ha estado trabajando con los Overlords para gestionar mejor las almas pecadoras, la sobrepoblación sigue aumentando _ explicó Rosie, con una mueca de preocupación.

_ Ya lo hemos hablado con Al y hemos llegado a una decisión _ respondió Lucifer, con una sonrisa de alivio que se reflejó en los ojos de Rosie. _ Vamos a hacer una reforma en el infierno. _

_ ¡Eso es fantástico! _  exclamó Rosie, suspirando con alivio. _ Husk estaba a punto de volverse loco con tanto trabajo._

Lucifer rió. _ Sí, Husk es un gran trabajador, aunque a veces sea un poco quejica._

_ Bueno, entonces damos por terminada esta reunión. Tengo que irme. El barrio caníbal necesita algunas reparaciones _ dijo Rosie, levantándose de su silla.

_ Está bien, Rosie. Hasta luego _ respondió Lucifer, despidiéndola con un gesto de la mano.

Lucifer salió del palacio y se dirigió a su limusina, el camino hacia el anillo de la lujuria era cómodo y el tiempo parecía pasar más rápido de lo habitual.

Al llegar a la mansión de Asmodeus, fue recibido por un imp que lo condujo al interior.

_ El señor Asmodeus lo espera en su oficina _ anunció el imp.

Lucifer agradeció al imp y abrió la puerta de la oficina de Asmodeus.  Al entrar, se encontró con una escena que le hizo levantar las cejas. Asmodeus estaba enfrascado en una apasionada conversación con su pareja, sin percatarse de la presencia de Lucifer.

_ Mi señor Lucifer _  dijo Asmodeus, apartándose con cuidado de su pareja, al percatarse de la presencia del ángel caído.

_ Asmodeus, creo que no fue un buen momento _  respondió Lucifer, con una sonrisa comprensiva. Dos demonios apasionados, si él hubiera estado en su lugar, también estaría haciendo lo mismo.

Después del breve incidente, Lucifer y Asmodeus tuvieron su reunión. Llegaron a un acuerdo que beneficiaba a ambos, ya que Asmodeus se había unido a las otras cinco de las siete deidades que ya apoyaban su idea para controlar la sobrepoblación. Solo Satanás y Mammon se resistían, pero Lucifer era el rey del infierno y la democracia siempre favorece a la mayoría, así que no tenía que convencerlos.

Se despidió de Asmodeus y abandonó el anillo de la lujuria. Ya era noche cuando regresó al palacio. Se sentía cansado por un día agotador y solo quería darle un beso a Charlie y descansar en brazos de su esposo.

Caminó por el largo pasillo hasta llegar a la puerta de su habitación, abriéndola con cuidado.  Alastor estaba allí, leyendo un libro a la luz de una lámpara.

_ Amor _ dijo Lucifer, acercándose a él y abrazándolo con fuerza. Se sintió reconfortado por el calor de su esposo.

_ Exhausto, cielo _ dijo Alastor, acariciando los rubios cabellos de Lucifer.

Con un chasquido de dedos, cambió la ropa de Lucifer por una cómoda pijama, dejando el libro sobre la mesita de noche.

Lo atrajo hacia él y lo acomodó en la cama para que ambos pudieran descansar.

_ Sí, estoy totalmente cansado. Solo quiero darte un besito y dormir por todo un siglo _ respondió Lucifer, con una sonrisa.

Alastor soltó una pequeña risa. _ No podría soportar otra vez tu inconsciencia por tanto tiempo. _

Lucifer le sonrió. _ Pero antes de descansar, quiero comentarte algo, amor _ dijo, sentándose a su lado.

_ Qué sucede, cielo. ¿Pasa algo? _  preguntó Alastor, con preocupación.

_ Es sobre la sobrepoblación del infierno _  dijo Lucifer con una mirada seria.

_ Lo sé, Lucifer. Pero hablemos de ese tema más adelante. Descansemos por hoy _  dijo Alastor, besando las mejillas de Lucifer.

_ Está bien _ respondió Lucifer.

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