capitulo 15 - al fin

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Alastor tomó la mano de su esposo y se quedó mirando fijamente un punto en la pared. Su mente divagaba sin darse cuenta, y sus poderes activaron una melodía de jazz desde el micrófono. El ambiente se volvió relajado para él, trayendo una ligera sensación de paz que recordaba de cuando aún estaba vivo, recostado en el regazo de su madre mientras escuchaba la radio.

Sin embargo, fue despertado de su ensoñación por un ligero apretón en su mano derecha. Su mente volvió al presente, y su rostro se dirigió a su mano, la cual sostenía la de Lucifer. Levantó la mirada, siguiendo la extensión de su brazo hasta llegar a su rostro, el cual mostraba una sonrisa y unos ojos abiertos.

Por un segundo, el aire pareció escaparse de sus pulmones y su corazón latió tan fuerte que creyó que moriría por segunda vez. Su esposo estaba despierto. Lucifer le sonreía. Estaba despierto y le sonreía.

_¿Pasa algo? ¿No me darás un beso?_ preguntó Lucifer con sarcasmo al ver la sorpresa reflejada en el rostro de Alastor.

Sin perder ni un segundo, Alastor agarró las mejillas de Lucifer y lo besó lentamente, un beso cargado de intensidad y pasión, al que Lucifer respondió de la misma manera.

El beso se volvía más y más intenso, con Lucifer mordiendo el labio inferior de Alastor y explorando su boca con su lengua. El movimiento a un lado de ellos hizo que se separaran momentáneamente. Alastor tenía las mejillas enrojecidas por el beso.

Alastor no podía negar que ser besado así por Lucifer le causaba ciertos escalofríos. Giró la cabeza hacia un lado y vio a su hija despierta, frotándose uno de sus ojos con la mano.

La pequeña, al percatarse finalmente de lo que estaba sucediendo y al ver a su papá Luci despierto, se lanzó a sus brazos, irradiando felicidad mientras lágrimas recorrían sus mejillas.

_¡Estás despierto, papi Luci!_ exclamó emocionada.

_ Sí, mi manzanita, estoy al fin despierto _ Lucifer abrazó a su hija con cariño, siendo el primer abrazo que compartían después de todos estos años en los que él estuvo dormido.


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_¿Estás seguro de esto?_ preguntó Alastor mientras ayudaba a Lucifer a levantarse de la cama con cuidado.

_Sí, después de tanto tiempo en esa cama, lo único que quiero es levantarme de ella_ contestó Lucifer, sosteniéndose del brazo de Alastor para empezar a caminar juntos. Charlie iba adelante de ellos, dando saltitos de emoción mientras decía:

_ ¡Al fin está despierto, papi Lucí!

_ Pensé que tardarías más en despertar_ susurró Alastor a Lucifer mientras caminaban hacia el jardín, donde se reunirían con Husk, Rosie y Ángel.

_ Como dije, la energía de Ángel era muy compatible conmigo, así que eso fue lo que más ayudó a mi despertar tan rápido _ explicó Lucifer, sonriendo y apoyándose más en Alastor. _ Pero acaso no querías que tu lindo esposo ya despertara _ añadió con sarcasmo y una falsa ofensa, provocando una pequeña risa al final.

Alastor solo rió con él. Lo había extrañado tanto, incluso sus falsas ofensas y su drama. Pero vamos, a él le encantaban las buenas actuaciones y su esposo era el actor más dramático que interpretaba el papel principal.

Charlie ya había llegado a la puerta que daba a los jardines traseros del palacio. Los sirvientes que se encontraban allí abrieron la puerta para la princesa y los reyes.

Alastor se inclinó ligeramente y depositó un beso en el cabello de Lucifer, haciendo que este sonriera y se dejara ser acariciado.

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Husk había decidido pasar el resto de la tarde en sus casinos. Tal vez esa noche ganaría más almas para su colección. Sus territorios estaban bien, pero los puestos de trabajo nunca faltaban, y obtener más almas era necesario para mantenerse como Overlord. Aunque en su situación actual no le era tan necesaria, después de todo, tenía buenos contactos y era muy reconocido. No solo era el Anillo del Orgullo.

Desató su corbata y abrió los dos primeros botones de su camisa. Se sentó en uno de los sofás junto al gran ventanal que le permitía ver todas las mesas de juego.

Se sirvió un whisky, una de sus bebidas favoritas, y comenzó a revisar algunos papeles en su escritorio. Era la rutina habitual: comprobar la mercancía que recibía y revisar informes sobre el dinero obtenido en diferentes partes de su territorio.

Sin embargo, una carta llamó su atención. Tenía el simbolo de los  Vess, lo que indicaba que se trataba de algo relacionado con su reciente trato con ellos. Abrió la carta y comenzó a leer su contenido. Era Vox quien le pedía, o más bien exigía, que hiciera una reunión con Alastor. Según Vox, había algo de suma importancia que debían discutir con el segundo gobernante del infierno.

Husk sintió una mezcla de preocupación y expectación. ¿Cómo se le había ocurrido a ese idiota creer que podía simplemente exigirle una reunión privada con Alastor? Incluso los pecados capitales o la realeza infernal tenían que pedir una cita con anticipación y ver si serían recibidos por el excéntrico gobernante con características de ciervo.

Quiso golpear la maldita cara plana de Vox, pero antes de que pudiera hacer algo, uno de sus sirvientes entró rápidamente en su oficina, disculpándose por no haber tocado antes, pero informando que había sido llamado al palacio con suma urgencia.

Con un sentimiento de preocupación y curiosidad mezclados, Husk subió a su auto y le indicó al conductor que se dirigieran lo más rápido posible al palacio. Al llegar, vio que Rosi también bajaba de su limusina.

_ Husk, ¿sabes por qué nos han llamado con tanta urgencia? _ preguntó ella. _ Estaba terminando los últimos detalles para el festival del Barrio Caníbal_ añadió, refiriéndose al evento anual que se celebraba en su comunidad.

Rosi siempre vestía elegantemente, pero sus atuendos variaban según la ocasión, y ahora llevaba un vestido sencillo pero muy bonito. Era evidente que estaba involucrada en algunos trabajos manuales, como la decoración para el festival.

_ No lo sé, Rosi, pero espero que sea importante. Estoy por tomarme el resto de la tarde y la noche libre _  respondió Husk, abriendo la puerta para que ella ingresara primero, dirigiéndose hacia los jardines del palacio.

Cuando llegaron, vieron que Ángel también estaba allí. Parecía que no sabía mucho más que ellos.

_ Ángel querido, ¿sabes por qué nos han llamado? _ preguntó Rosi, sentándose en una de las sillas junto a Ángel.

_ No lo sé, pero supongo que debe ser importante _  fue su única respuesta mientras miraba de reojo a Husk, deseando tener otra oportunidad para conversar con él. En verdad ansiaba entablar una conversación más profunda con quien ahora era su dueño.

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Rosie y Ángel continuaron entrando en una animada conversación mientras Husk, el demonio felino, los escuchaba atentamente. Se alegraba de que Ángel fuera tan bien recibido por Rosi, ya que ella era una figura importante en su vida.

En un momento dado, escucharon pequeños sonidos de botellas y risitas acercándose. Todos voltearon la vista hacia la entrada del jardín, y con sorpresa vieron a la pequeña princesita, Charlie, dando saltitos con una expresión radiante de felicidad. Casi parecía que de ella salían brillitos y arcoíris.

Unos segundos después, entendieron el motivo de tanta alegría. Detrás de Charlie, venían sus padres, lo cual provocó sorpresa y diferentes sentimientos en cada uno de ellos.

Husk estaba sorprendido, pero muy feliz. Se alegraba sinceramente por Lucifer y Charlie. Ahora, finalmente, ambos podrían pasar tiempo juntos y disfrutar de momentos de calidad como padre e hija. Nada impedía a Lucifer ser el padre de su pequeña niña. Aunque también experimentó un poco de cólera al saber que el despertar de Lucifer también traería la alegría de Alastor. No odiaba a Alastor y lo conocía desde que ambos estaban vivos, pero eso no significaba que apoyara todas sus estúpidas formas de obtener poder. Aunque estaba bien reconocer que, en el fondo, sentía cierta envidia hacia Alastor, ya que, a pesar de su personalidad, había logrado obtener lo más valioso: el amor y una familia.

Por su parte, Rosie se sentía muy contenta por ellos. Al fin, la familia estaría junta. Ella era una firme creyente de que, sin importar las diferencias que pudieran existir entre los miembros de una familia o una comunidad, lo importante era apoyarse mutuamente. Después de todo, siempre habría un lazo, por mínimo que fuera.

Ángel, por otro lado, experimentaba sentimientos distintos. El despertar de Lucifer significaría que ya no sería útil. ¿Acaso sería desechado? ¿Ya no serviría y lo devolverían a Valentino? Estaba tan confundido que sentía ganas de llorar. Por fin había encontrado un lugar en el que no era maltratado, abusado o utilizado de forma incorrecta. Sin embargo, sabía que estaba allí por una razón. Estaba allí porque era útil. Ahora, al ver que ya no cumplía su propósito, sentía que sería desechado como un juguete que ya no tenía más usos que darse.


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Espero que les haya gustado al igual que la melodía que está al principio realmente escribí este capítulo escuchando la melodía y me sentí tan tranquila y inspirada

El segundo gobernante después de la historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora