❄️29❄️NO EXISTE OSCURIDAD SIN LUZ

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Año 14
19Ka, 50Ma.
Bajo Balgüim.

«Toda tu oscuridad»

La petición de Maya retumbó en la mente de Jasper, justo como un eco sonoro que perdura después de haber creado estragos.

«Toda tu oscuridad.»

Ella no podía estar bien. ¿Quién en su sano juicio pediría algo como aquello? La oscuridad pura o total desde el punto de vista científico humano era imposible de estudiar, porque la definición científica de luz incluía no solo la luz del espectro visible, sino todo el espectro electromagnético, y una cierta cantidad de radiación existía en cada lugar de ese universo paralelo aunque fuera imperceptible para ojos humanos. La oscuridad total era solo teóricamente posible en condiciones de cero absoluto, o en las proximidades de un agujero negro. Y ahí entraban las esferas del universo de Irlendia.

La región de las sombras no solo era peligrosa para quien no estuviera acostumbrado a manejarla, sino que podía causarle estragos severos a cualquier mente, llevar a la locura, aplastar un cerebro en fragmentos tan diminutos que nunca pudiera recomponerse. Maya en verdad no conocía la frontera de lo sensato.

—No sabes lo que estás diciendo...

—Lo sé muy bien.

—Lo que pides nunca se lo he mostrado a nadie.

—Por eso quiero ser la primera.

La demanda tenía cierto aire de ruego, aunque la fuerza con que había sido lanzada opacaba cualquier acercamiento a súplica.

Pero eso no lo hizo menos estimulante para el príncipe. Porque en los últimos días cada fantasía de Maya se había vuelto sumamente estimulante, y ahora que tenía sujeta la peor versión de la bestia alada, se deleitaba en obtener lo que fuera de la española.

Por más, con una sola probada al sonido de la voz femenina que antes se le hacía irritante, Jasper se dio cuenta de la necesidad vertiginosa que había crecido durante ese período alejados, cuando él no hallaba el camino al alcázar y estaba demasiado aturdido para guiarse por el olfato.

Él, que solía respirar sin más estímulo que una combinación química correctamente elaborada, o un plan bien realizado, o una soledad sin interrupciones. Pero, ¿en qué realidad una petición tan íntima hubiese tenido la capacidad de estimular puntos desconocidos? En la realidad que habitaba Maya Alonso, sin dudas.

—Como tú desees.

Maya alzó las cejas en un reflejo de asombro. No es que desconfiara de su habilidad para insistir, sino que jamás pensó lograrlo sin una lucha extendida.

Jasper enderezó la espalda, ahora veía las cosas desde una perspectiva más clara... ¿La poción que había bebido? Tal vez..., aunque recién acababa de transformarse sin tomar otra dosis. El mérito debía atribuírsele a la mujer que lo hacía sentir muchas cosas..., algunas completamente nuevas.

Los escabrosos pensamientos que lo atormentaban siendo una bestia, todo el dolor y tormento..., todo se despejaba y hallaba una salida gracias a ella, a su curiosidad sin miedos, a su confianza ¿Sería Maya capaz de ensanchar todavía más la confianza?

Jasper se propuso descubrirlo cuando dio unos pasos atrás, hacia la masa rocosa que funcionaba de muro e impedía el paso al otro lado. Deslizó tres de las garras superiores por la superficie, desprendiendo una oscuridad que se tragó la solidez, tal cual agujero negro que llega a voluntad de su invocador. Una pequeña muestra de poder sombrío y destructor, un aperitivo de todo lo que encerraba ser el heredero del Bajo y Alto Balgüim.

LEGENDARIOS3️⃣ENTRE LAS GARRAS DE UNA BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora