CAPITULO 1: REVIVIENDO EL PASADO (10)

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- Tobías, ¿qué te sucede? ¿Por qué no me sueltas y me explicas lo que pasa? - Dije intentando parecer tranquila, aunque estaba muy sorprendida por su reacción.

- ¡Explícame ahora mismo qué demonios estabas haciendo con él! - Exigió Tobías, mirándome con evidente enfado.

- ¿Podrías aclararme a quién demonios te refieres? No entiendo nada. - Contesté, y él me jaló hasta susurrarme al oído.

- Ayer te vi en el parque besándote con el profesor Joaquín. - Reveló Tobías, y al oírlo, un escalofrío recorrió mi cuerpo y mis ojos se abrieron lo suficiente como para dejar en evidencia mi sorpresa.

- No... no sé de qué hablas. - Respondí, intentando ocultar mi asombro y el nerviosismo que sentía.

- Makarena, no intentes mentirme. Yo los vi con mis propios ojos, estaban en la escalera besándose. ¿Qué diablos te pasa, Makarena? Con todos los pretendientes que tienes, ¿cómo se te ocurre involucrarte con él? ¿En qué estabas pensando? - Reprochó Tobías, agarrándome de ambos brazos con fuerza y sacudiéndome en un intento de hacerme mirarlo a la cara.

- Creo que mi vida privada no es asunto tuyo, además, no tengo nada que ver con él - afirmé, mirándolo directamente a los ojos.

- Eso no fue lo que vi ayer, Makarena. ¿Cómo pudiste hacerme algo así? Se supone que eres mi mejor amiga, confié en ti y traicionaste nuestra amistad, sabiendo lo mucho que detesto a ese hombre. ¿Estás intentando vengarte de mí? - preguntó Tobías, con una mirada inquisitiva.

- No tengo ningún motivo para vengarme de ti, ni siquiera entiendo por qué pensarías algo así. Además, si en algún momento decidiera tener algo con él, esa sería mi decisión, no la tuya. Tú volviste con Shirley a pesar de saber cuánto daño me ha hecho y lo mucho que la detesto, así que no me hables de traiciones - repliqué, ofendida por sus palabras.

- Son situaciones muy distintas - argumentó Tobías, evitando mi mirada.

- ¿Y por qué son diferentes? ¿Me podrías explicar cuál es la diferencia? - insistí, confrontándolo.

- Él es mucho mayor que tú, podría ser tu padre - exclamó Tobías, elevando la voz.

- Esperaba una respuesta más inteligente de tu parte. Es completamente ilógico pensar que podría ser mi padre. ¿Acaso sabes cuántos años tiene? - pregunté, esperando su respuesta.

- Y al parecer tú sí lo sabes, ¿verdad? Qué triste darme cuenta de que solo fingías estar de acuerdo conmigo cuando decías que lo odiabas - acusó Tobías.

- Nunca he fingido nada, (me crucé de brazos) además, no entiendo por qué haces tanto drama si él y yo no tenemos nada, solo somos amigos y eso no tiene nada de malo. – Dije.

- Sí, muy amigos, pero al parecer, con derecho a otro tipo de roces, ¿no Makarena? – Dijo Tobías con sarcasmo.

- Sabes qué, mejor cállate, contigo no se puede hablar. – Dije muy enojada, y en eso llegó Shirley, se colgó de él como un mono y lo besó.

- Quería saber ¿qué pasa aquí?, se supone que ustedes son los mejores amigos, sus gritos se escuchan hasta en el aula. -Dijo Shirley fingiendo inocencia.

- Lo único que me faltaba eras tú, ¿acaso no sabes lo que significa no meterte donde no te llaman? – Dije muy molesta.

- Oye, háblame bonito, mira cómo me trata Toby. – Dijo Shirley, fingiéndose ofendida.

- Creo que la única solución a todo esto es contárselo a tus padres. – Dijo Tobías mirándome muy serio.

- No te atreverías. – Dije asustada.

TU, EL DUEÑO DE MI AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora