Al llegar a su habitación, Makarena aún se sentía incómoda por lo sucedido en casa de Alice. Encendió la televisión y comenzó a ver películas hasta quedarse dormida. A la mañana siguiente, se levantó temprano, se cambió de ropa, tomó unos papeles de su maleta, subió a su auto y condujo hasta la Editorial "Luna Nueva". Se estacionó en el aparcamiento, entró al edificio y fue recibida por una recepcionista.
- Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? - Preguntó la recepcionista sin mirarla.
- Buenos días, desearía ver al Sr. Gerente - Respondió Makarena, colocando su maletín en el mostrador, lo que hizo que la recepcionista la mirara con enfado.
- Disculpe, ¿tiene alguna cita previa? - Inquirió la recepcionista.
- No es necesario, solo infórmele que la Srta. Makarena lo está buscando; fui enviada por la Central de Argentina. – Expresó Makarena, mirando fijamente a la recepcionista, quien se puso tan nerviosa al oír su presentación que dejó caer los papeles que sostenía.
- ¡Ah!, entonces usted es... disculpe, enseguida le notifico al Sr. Gerente sobre su llegada. – Articuló la recepcionista, notablemente nerviosa, mientras tomaba el teléfono para llamarlo.
- Perfecto, dígale que esperaré por su atención. – Indicó Makarena, mientras sacaba su celular para hacer una llamada.
- Sr. Gerente, la Srta. Makarena está aquí para verlo. – Informó la recepcionista.
- ¿Qué? ¿No fui suficientemente claro? ¿Quién diablos es ella? Dejé en claro que no quería ser molestado. – Exclamó el Gerente, visiblemente molesto.
- Señor, ella es la representante enviada por la central de Argentina. – Aclaró la recepcionista.
- "Esa mujer ya llegó. Está bien, tráela a mi oficina y mantenla vigilada", dijo el Gerente.
- "Está bien, señor. Se lo comunicaré", respondió la recepcionista, acercándose a Makarena.
- "Sí, amor, no te preocupes, yo se lo haré saber. Espera, creo que ya me recibirán. Te llamo luego", colgó Makarena y se dirigió a la recepcionista, "Sí, dime".
- "El gerente dijo que suba a su oficina, él la estará esperando. Sígame, por favor", indicó la recepcionista caminando hacia el ascensor.
- "Está bien, guíame", dijo Makarena, siguiendo a la recepcionista. Subieron al tercer piso y al salir del ascensor, se detuvieron frente a un escritorio que decía "Secretaría de Gerencia". Makarena solo alcanzó a ver a una secretaria algo cohibida, lo cual le molestó ligeramente.
- "El Gerente dijo que espere un momento aquí", informó la Secretaria, observando detenidamente a la joven que acompañaba a la recepcionista, preguntándose si sería la enviada de la Central.
- Está bien, dígale que lo esperaré aquí. – Dijo Makarena, apoyándose en una pared y observando cada detalle del lugar. Pasaron unos quince minutos cuando el teléfono de la secretaria sonó. Makarena la miró atentamente, notando lo nerviosa que estaba al contestar.
- Señorita, puede pasar, el jefe la recibirá ahora. – Indicó la secretaria, abriéndole la puerta.
- De acuerdo. – Respondió Makarena, tomando su maleta para entrar a la oficina. Antes de que la secretaria pudiera reaccionar, cerró la puerta detrás de sí. El Gerente estaba de espaldas; ella tomó asiento y, al notar el movimiento, él giró su silla para enfrentarla.
- Buenos días, señorita. Me informaron que estaba buscándome. – Dijo el Gerente con un tono sarcástico.
- No, no lo estaba buscando, señor. Solo consideré apropiado y educado presentarme antes de ocupar mi oficina y empezar a trabajar. Supongo que ya estará informado del motivo de mi presencia aquí. – Dijo Makarena, observando cómo la expresión del Gerente pasaba de la burla a la seriedad.
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TU, EL DUEÑO DE MI AMOR
Novela Juvenilcuando crees que un amor de la adolescencia lo es todo en la vida, y termina siendo el peor error de todos, decides escapar, huyendo del dolor, la traición y los arrepentimientos de las malas decisiones, dejas tu vida atrás, pero las consecuencias t...