CAPITULO 02: BUSCANDO TU PERDON (10)

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A medida que se acercaba la hora acordada, cambiaron el rumbo hacia el lugar donde se encontrarían con Tobías y Lucho. Cerca ya, distinguieron las siluetas de los dos hombres, de pie junto a la escalera. Makarena se tensó, apretando las manos en un intento por controlar sus nervios, hasta que finalmente se encontró frente a ellos, quienes se sorprendieron al ver a Alice.

- Hola, pensé que nos encontraríamos solos -dijo Tobías, acercándose a saludar.

- Hola, yo pensaba lo mismo -respondió Makarena, estrechando la mano de Tobías y esquivando el beso en la mejilla que él intentaba darle.

- La traje para que me acompañara -explicó Tobías, saludando a Alice.

- Yo vine por la misma razón -replicó Alice con sarcasmo.

- Entonces, ¿qué haremos? Es un placer verte de nuevo, Makarena -dijo Lucho, saludando a Makarena antes de besar a su esposa.

- También es un placer verte, Lucho. Veo que haces muy feliz a mi amiga -comentó Makarena.

- Hago lo mejor que puedo -dijo Lucho, rascándose la nuca.

- Me alegra que sean felices -afirmó Makarena, ignorando a Tobías.

- Gracias -dijo Lucho, quien, al notar el enfado en el rostro de su amigo, optó por guardar silencio.

- Ya que sobramos en esta conversación, cariño, creo que lo mejor es que nos distanciemos para que puedan hablar. –Dijo Alice, tomando del brazo a su esposo.

- Creo que tienes razón. –Afirmó Lucho, dejándose llevar por Alice.

- Amiga, ya sabes, si necesitas algo, llámame o solo grita, estaré cerca. –Dijo Alice alejándose y provocando la risa de Makarena.

- No entiendo qué le pasa, como si yo fuera a lastimarte. –Comentó Tobías entre risas, borrando la sonrisa de Makarena, quien apartó la mirada.

- Vamos. –Instó Makarena, empezando a caminar.

- ¿Hacia dónde? –Preguntó Tobías, siguiéndola.

- Hay demasiada gente aquí, necesitamos un lugar más tranquilo para hablar, a menos que prefieras que te lo diga todo aquí. –Explicó Makarena, deteniendo su paso.

- No, dime a dónde quieres ir y te seguiré. –Respondió Tobías, claramente feliz.

- Yo que tú, borraría esa sonrisa. –Advirtió Makarena, mirándolo seriamente.

- Entiendo que es un asunto serio, pero no puedo evitar sentirme feliz, pensé que tardarías más en llamarme, y no puedo contener mi emoción. –Expresó Tobías.

- Te dije que te llamaría. –Mencionó Makarena, minimizando el asunto.

- Sí, pero no dijiste cuándo, por eso me emociona que haya sido tan pronto. –Confesó Tobías, manteniendo la sonrisa que tanto molestaba a Makarena.

- De cualquier manera. –Dijo Makarena, caminando hacia la playa, alejándose del camino. El lugar estaba desolado y algo oculto, perfecto para que Alice pudiera esconderse cerca en caso de necesitarla, por lo que se detuvo.

- ¿Aquí? –Preguntó Tobías, examinando el lugar con atención.

- Sí, este lugar está bien –dijo Makarena.

- Bueno, es bastante discreto y escondido. No estarás planeando matarme, ¿verdad? –dijo Tobías, sonriéndole a Makarena, quien respiraba profundamente intentando calmar sus nervios y el terror que le causaba estar en un lugar así, especialmente a solas con él.

- Deja de decir tonterías, hemos venido a conversar, no a hablar cosas sin sentido –dijo Makarena, algo enojada.

- Tranquila, solo quería animar un poco el ambiente, no tienes por qué ponerte así –dijo Tobías con reproche.

TU, EL DUEÑO DE MI AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora