CAPITULO 02: BUSCANDO TU PERDON (06)

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A pesar del calor, tomé una manta y me cubrí; las lágrimas de dolor y arrepentimiento brotaron sin demora, y lloré hasta quedarme dormida.

Al despertar, te encontré durmiendo a mi lado. Al revisar mi teléfono, noté que eran pasadas las once de la noche. El silencio confirmaba que todos dormían. Por razones que no logro explicar, sentí la necesidad de estirar mis piernas; aún había molestia, pero era soportable. Justo cuando iba a salir, un ruido me hizo retroceder y asomé la cabeza, temeroso. Para mi asombro, vi a Tobías y Shirley salir de una carpa. Un nudo se formó en mi garganta al verlos caminar hacia el boulevard. Mi mente se inundó de preguntas y decidí seguirlos. Caminaban en silencio a través del parque, mientras yo opté por andar junto al muro que separaba el boulevard de la playa. Se detuvieron cerca del muro, rodeado de arbustos que me ocultaban completamente.

- ¿Por qué me llamaste a esta hora? – preguntó Tobías, apoyándome en el muro para oír mejor.

- Pensé que podríamos pasar un buen rato. – respondió Shirley, deslizando su mano por su camisa hasta que él la tomó y la detuvo.

- "Zorra". - Pensé.

- Shirley no me vengas con huevadas, se bien que lo que quieres no es sexo, te vi revolcándote con Rolando, no me vengas a palabrear y dime ¿Qué mierda quieres? – Dijo Tobías con enojo.

- ¡Uy!, estas algo irritable, ¿Qué?, ¿Estas celoso? –Dijo Shirley, sonriendo.

- Ya déjate de joder con esa mierda si, y habla de una vez. –Respondió Tobías irritado

- Está bien, solo quería que la conversación fuera más amena, pero si prefieres ir al grano, lo haré. – Dijo Shirley.

- Sí, habla rápido, tengo sueño. – Respondió Tobías, molesto.

- Parece que te han dejado exhausto. – Observó Shirley.

- Eso no es de tu incumbencia. – Contestó Tobías.

- "¿Sobre qué estarán hablando?" – Me pregunté.

- Solo quiero saber si ya alcanzaste tu objetivo; el viaje termina en dos días y un acuerdo es un acuerdo. – Dijo Shirley con un tono que nunca le había escuchado.

- "¿Qué? ¿Objetivo? ¿Qué estarán tramando estos dos?" – Murmuré, acercándome un poco más para oír mejor.

- ¡Ah! Es sobre eso. – Dijo Tobías, bajando la mirada.

- Tobías, no intentes parecer desinteresado conmigo, no te queda bien. Sé cuánto le importa esto a tu orgullo, así que admítelo. – Insistió Shirley.

- No he dicho lo contrario. – Respondió Tobías, esquivando el tema.

- Sé bien con qué cabeza piensas, Tobías; por eso hicimos el acuerdo, para que no pudieras fallar –dijo Shirley.

- No me trates como si fuera un imbécil –replicó Tobías.

- Sé bien que no lo eres, por eso lo planificamos de esta manera; al final, todos salen ganando –aseguró Shirley.

- No todos –respondió Tobías con resentimiento.

- Bueno, tienes razón, no todos; pero ¿qué más da? Si al final, tarde o temprano, iba a suceder –dijo Shirley.

- Sí, tarde o temprano sucedería –concedió Tobías.

- Entonces dime, ¿lo hiciste? Solo quiero la confirmación para poder darte lo acordado –insistió Shirley.

- Puedes dejar de presionarme; sabes que no es fácil hacerle algo así a alguien como ella –gritó Tobías, y eso me alertó.

- Y más aún, tratándose de tu mejor amiga. Me pregunto qué diría si algún día lo supiera –dijo Shirley, soltando una carcajada que me hizo doler el corazón, pues sabía que hablaban de mí.

TU, EL DUEÑO DE MI AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora