CAPITULO 3: TU SALVADOR, MI MAYOR ENEMIGO (04)

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De vuelta en la editorial, Joaquín leía atentamente el informe de Makarena, quien lo observaba con curiosidad, examinando cada uno de sus gestos durante la lectura. Cerró el archivo al terminar, pero justo cuando iba a hablar, unos golpes en la puerta los sobresaltaron.

- Adelante - dijo Makarena.

- Buenos días - dijo el Gerente, entrando nervioso a la oficina.

- Buenos días, Carlos. ¿Cuánto tiempo sin verte? ¿Cómo estás? - preguntó Joaquín, levantándose de su asiento para saludar al Gerente.

- Bien, mi secretaria me informó que estabas aquí, así que vine a saludarte. No sabíamos que vendrías - respondió el Gerente, devolviendo el saludo. Al girarse hacia Makarena, se sorprendió al verla posicionarse al lado de Joaquín.

- Vine a verificar cómo están las cosas en la editorial; además, no creo que deba informar cada vez que decida venir, ¿o sí? - comentó Joaquín, cruzando la pierna derecha sobre el muslo izquierdo.

- Lo sé, y todo aquí está maravilloso, pero ya que estás aquí - dijo, girándose hacia Makarena - señorita, podría retirarse, el señor y yo tenemos que tratar asuntos privados que no le conciernen - dijo el Gerente con un tono ácido que molestó a Joaquín. Al ver que Makarena se disponía a irse, la tomó de la muñeca y se puso de pie junto a ella.

- No te irás a ningún lado - dijo Joaquín, algo enojado.

- Puedo volver más tarde - propuso Makarena, intentando calmar a Joaquín.

- Ella tiene razón, son asuntos delicados que no todos deben escuchar - insistió el Gerente con desdén.

- ¿Qué insinúas? ¿Te atreves a contradecirme, Carlos? - Joaquín elevó la voz - Si digo que se queda, se queda.

- Seguro son cosas que no debo escuchar, volveré después - dijo Makarena, acariciando la mano de Joaquín que aún la sostenía.

- No, tú mejor que nadie conoces todo lo que sucede en este edificio, y además, nadie se atreve a menospreciar a mi prometida frente a mí, eso lo sabes bien. -Expresó Joaquín, sorprendiendo a los presentes.

- Joaquín, yo... -Comenzó Makarena, visiblemente avergonzada.

- Señor, yo no sabía quién era ella, pensé que era una empleada más, de ahí mi actitud. Señorita, créame que no fue mi intención tratarla de esa manera. -Se excusó el Gerente, notablemente nervioso.

- Ese siempre fue el plan, que todos pensaran que era una empleada más. Pero ella es excepcionalmente inteligente, por eso la envié a realizar esta investigación, además de ser la mejor en su campo. -Aclaró Joaquín, volviendo a sentarse y entrelazando su mano con la de Makarena.

- ¿Investigación? -Preguntó el Gerente, fingiendo desconocimiento.

- Sí, la misma que se le informó el día que llegué aquí. ¿O acaso pensaba que venía solo de visita? Mientras usted creía que yo no hacía nada, me dediqué a investigar y encontré datos más que interesantes, todos documentados aquí. -Reveló Makarena, extendiendo los documentos hacia un Gerente sorprendido.

- E...este es el informe. -Balbuceó el Gerente, pasando sus dedos temblorosos sobre la portada del documento.

- Así es, y justo terminé de leerlo. Es sorprendente lo que se puede descubrir con un poco de ingenio. Al final, lo que buscamos es mejorar continuamente el servicio al cliente y la calidad laboral para nuestros empleados. -Explicó Joaquín.

- Esto... esto me toma por sorpresa, no sé si podría llevarme el archivo para analizarlo detenidamente y encontrar una solución. -Propuso el Gerente, intentando echar un vistazo al archivo, pero Joaquín interrumpió colocando su mano sobre la cubierta.

TU, EL DUEÑO DE MI AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora