18 - Sala De Maestros

102 33 67
                                    

NAMJOON

No quería ser un idiota con mi chiquilla mimada, pero abrir la boca sólo me servía para arruinar todo aún más, si quería volver a tenerla, y vaya que quería, debía comportarme a la altura y hacer las cosas bien, no insultarla ni tratarla mal.

Pero es que ella no ponía de su parte, no dejaba de insinuarme que había estado con otros y yo contra eso no podía, mis celos enfermizos no me dejaban estar en paz cuando la escuchaba hablar de todos los que se la habían tirado mientras estábamos "juntos".

Luego de lo sucedido en el gimnasio quise buscarla y pedirle perdón, pero estaba igual o más enojado que ella, así que no tenía caso seguir con eso, lo mejor era estar tranquilos los dos o ella sobre todo, verme teniendo sexo con otra mujer no debió ser fácil para ella, sus ojitos me lo decían.

GABRIELA

Desde que salí del gimnasio con el corazón hecho añicos no había vuelto a ver a Namjoon y habían pasado ya 3 semanas, la distancia era buena y retomar mis pasatiempos también.

Dejé de ir al gimnasio donde lo encontré y comencé a entrenar en la universidad, salía un poco más con Jungkook, incluso algunas veces salía con Jimin y Suga, también a veces iba de mal tercio con Hobi y Alina, me habían adoptado y yo era la más feliz.

Lo único que me costaba demasiado era el hecho de no tener sexo, tenía semanas en abstinencia y eso me estaba volviendo loca.

Me desperté un lunes muy temprano para ir a nadar un poco antes de mis clases, Jungkook me acompañaba todos los días en contra de su voluntad, pero igual aceptaba porque de encontrarme a Nam sería mejor que me viera con él a verme sola, o eso era lo que decía Jk.

Nos encontramos en la piscina, ambos la listos para iniciar nuestra típica competencia matutina, en la que cabe recalcar él siempre ganaba, al menos hasta ese día.

- ¡Hiciste trampa! ¿Cómo lograste ganarme? - comenzó a quejarse.

- Acepta que no puedes ganar siempre - reía mientras intentaba recuperar el aliento.

- Mira quién lo dice - replicó demasiado indignado.

- Creo que ninguno de los dos estamos preparados para darle la victoria al otro - reía al verlo ofendido por haber perdido.

-¡Por supuesto que no te la daré, me voy a deshacer de ti aquí mismo! - se acercó a mí y me sumergió en el agua, pero me dejó salir 2 segundos después.

- ¡Te vas a arrepentir por lo que hiciste! - intenté hacer lo mismo, pero él era por mucho, más grande que yo, así que fue imposible.

Me tomó en brazos y planeaba lanzarme, pero cuando lo hizo me sujeté fuerte a su cuello y lo arrastré conmigo, logrando por fin sumergirlo.

Cuando salimos a la superficie no dejábamos de reír, Jungkook casi nunca mostraba esa faceta suya, por lo general veía mal a todo el mundo y era muy serio, pero igual que la mayoría en ese lugar ocultaba su verdadera personalidad.

Seguíamos jugando hasta que quiso lanzarme de nuevo, pero esta vez enrollé mis piernas en su cadera y detuvo sus movimientos casi al instante, la situación se había puesto incómoda, quise separarme, pero cuando estaba por bajar mis piernas las sujetó impidiéndome hacerlo.

- ¿Volverías a tener sexo sin compromisos otra vez? - cuando lo escuché no entendía a qué venía esa pregunta.

- No lo sé - estaba tan concentrada mirando sus ojos que no supe en qué momento sus manos pasaron de mis piernas a mis glúteos.

Perderte para saber que te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora