37 - FINAL

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GABRIELA

Luego de la abrupta forma de Namjoon de decirle a mis padres que se iba a casar conmigo, estuvimos con nuestros padres hablando sobre lo que Nam debía dejar listo antes de irse y que se alegraban que al final hubiéramos dado el gran paso por nuestra cuenta o ellos nos hubieran obligado a casarnos mediante un contrato.

La pasamos muy bien y me alegraba que mi papá no hubiera puesto el grito en el cielo, aunque creo que desde que Namjoon le demostró que no se iba a dejar amedrentar tan fácil, mi papá quedó enamorado de él tanto como yo.

Al día siguiente compramos el boleto de avión de Nam y comencé a cambiar todas las reservaciones que tenía para que fueran para dos personas, definitivamente no me hubiera imaginado que las cosas iban a terminar siendo de esa forma, yo me veía viajando sola para intentar olvidarlo, no viajando con él, pero la vida siempre te da sorpresas.

Como dije en un principio, la vida no sale como la planeamos y luego de que conociera a Namjoon y termináramos teniendo sexo "desinteresado" en su oficina, mi vida cambió por completo para bien y para mal, aunque ya no tenía caso pensar en ello.

El día en que comenzaríamos la travesía llegó, nos despedimos de nuestros padres y yo me despedí de mis mejores amigos, definitivamente los iba a extrañar, pero igual nos alcanzarían en alguno que otro lugar para poder vernos y eso me dejaba más tranquila, así que debía irme confiada a que todo estaría bien y no estaría sola.

- Cuídala mucho... Tienes prohibido traerla de regreso embarazada, con hijos o casada - advirtió Hoseok a Nam.

- Descuida, no dejaré que pase todos esos procesos lejos de su familia y de su mejor amigo - me sorprendía que ese par cada vez se llevaban un poco mejor aunque no lo aceptaran.

- Cuida de mi princesa Namjoon, por favor, y tú hija, por favor compórtate, no quiero saber que le hiciste pasar malos ratos a mi yerno - miré bastante ofendida a papá porque me estaba cambiando.

- ¿Disculpa? - me dio un beso en la frente para que me quedara callada, él sabía mejor que nadie que si querían mantenerme tranquila ése era el secreto - los amo, cuídense mucho - me despedí de mis padres.

- Cuidaré bien de ella, no se preocupen - aseguró Nam a todos.

Los dejamos para poder irnos y comenzar nuestro viaje, en mis planes estaba pasar un mes en México, uno en Colombia, otro en Perú y finalmente el resto del año explorando Chile o más bien mostrándole a Nam mis ciudades favoritas, como Rancagua, Santiago, Calama, Valdivia y por supuesto María Elena, ese nombre llamaba mi atención en particular y nunca había ido, así que sería bueno conocerlo junto al amor de mi vida.

Los meses pasaron y en menos de lo que los dimos cuenta teníamos 6 meses viajando, había sido agotador y muchas veces pensé en rendirme y regresar a Corea, pero Nam siempre me animaba a seguir, recordándome que era algo que siempre había querido y no podía rendirme.

Una noche estando en Calama la temperatura bajó demasiado y en el lugar en el que nos estábamos hospedando no nos habían dejado cobijas suficientes y nuestros abrigos no servían de mucho, así que Nam me abrazó con fuerza, pero aún así nada nos quitaba el frío, hasta que a él se le ocurrió una idea.

- Perdóname por lo que diré, pero se me ocurre algo para quitarnos del frío - su sonrisa delataba qué estaba pensando y si no había más remedio me sacrificaría con tal de no morir de hipotermia.

- Que conveniente para ti que haya hecho tanto frío - dije mientras acariciaba su pecho sobre el abrigo.

- Yo no te he dicho mi idea - entrecerró los ojos para juzgarme, pero su sonrisa volvió a aparecer.

Perderte para saber que te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora