NAMJOON
Ver a Gabriela sentada detrás de mi escritorio luego de que me dijera que quería utilizar mi aparato me pareció sexy y tierno, estaba avergonzada por lo que dijo cuando llegué a la oficina y por lo del aparato tecnológico, y eso hacía que me atrajera aún más.
Compró todo lo necesario y cuando estaba por irse, utilicé mi último recurso para obligarla a estar conmigo, era agradable su presencia y la quería cerca aunque fuera de esa forma, era un buen comienzo.
Ordenó las cosas rápidamente y eso me preocupaba porque yo quería que se quedara un poco más en mi oficina, porque tenía que aceptarlo, la falda que llevaba puesta no dejaba nada a la imaginación y, cuando cruzó las piernas y subió aún más, fue totalmente mejor.
No podía despegar la vista de esas lindas piernas, pero cuando se agachó para recoger algunas cosas que se habían caído me di cuenta que no sólo sus piernas eran preciosas, sus nalgas lo eran aún más, al agacharse dejó a la vista ese redondo y perfecto trasero decorado con una diminuta y casi invisible tanga de encaje.
Bendita sea la suerte que tiene su estúpido novio de tenerla desnuda cada vez que quiere, pensé.
Se levantó y me puse nervioso, esa señorita me estaba tentando y yo era totalmente débil, debía alejarla antes de que me lanzara sobre ella y terminara en prisión por acosar a una estudiante.
- Señorita, ¿puede retirarse por favor? - pregunté de forma grosera por lo que me miró un tanto ofendida y no era para menos, la estaba corriendo - necesito hacer una llamada importante - me excusé, suavizó su expresión, pero seguía molesta, tomó sus cosas y salió.
Me sentí como un idiota, así que salí corriendo detrás de ella para llevarla de nuevo a mi oficina.
- ¿No quería que me fuera? - me dijo de mala gana.
- Lo siento, fui grosero, no quería correrla de esa forma, sólo... Necesito hacer esa llamada, perdón - me disculpé.
- No se preocupe, es su oficina y puede echarme cuando le dé la gana - respondió aún más molesta que antes.
- Disculpe, no quise ser grosero, quédese aquí, yo saldré a hacer la llamada y regreso - iba a salir, pero necesitaba asegurarme que se quedara - cuando vuelva podremos irnos a comer, ¿le parece? - luego de mis palabras su expresión cambió completamente y sonrió feliz.
- Está bien, seguiré con esto, por favor no tarde, quiero irme ya - contestó, ¿cómo es que poco antes parecía un lindo demonio que usaba ropa interior sexy y ahora sólo era como una pequeña a la espera de un poco de comida para ser feliz? Sus cambios de humor eran raros, pero me gustaban.
Salí y di una vuelta por el campus para despejarme y poder volver con ella y así lo hice, entré a la oficina y ya se encontraba arreglando sus cosas para poder irnos.
- ¿Está lista? - pregunté.
- Sí, vamos... - caminó, pero se detuvo abruptamente - ¿no será raro que nos vean salir juntos? - preguntó mientras volteaba a verme.
- Tal vez un poco, pero no creo que haya problema, sólo vamos a comer - le aseguré.
- Tiene razón, pero espere un poco - comenzó a buscar en su bolso y sacó su celular - tengo que hacer una llamada, lo había olvidado - dijo mientras buscaba el número que supuse sería de sus padres para avisarles que llegaría tarde, pero me equivoqué cuando escuché aquel nombre - Hola Hoseok, disculpa que te avise de último momento, pero hoy no me iré contigo - me puse celoso, pero que dejara a su novio por mí me llenó de satisfacción - no cariño, iré a comer con alguien y no, no te estoy cambiando ni te voy a engañar - decía en medio de risas, sí que se tenían confianza ese par - está bien, te aviso cuando llegue a casa... O si lo prefieres puedo ir a la tuya... No, no seas pervertido, vamos a avanzar los proyectos - pensar en que le estuviera sugiriendo tener sexo más tarde me hizo querer retenerla todo el día con tal de que no pasara nada entre ellos - está bien, te veo más tarde, por favor ya no hagas drama, te voy a compensar por no estar contigo un par de horas ridículo, te amo, adiós - dijo y finalizó la llamada.
ESTÁS LEYENDO
Perderte para saber que te amo.
רומנטיקהAlgunas veces la vida no sale como la planeamos, yo por ejemplo no tenía planeado nacer y aquí estoy. Mi nombre es Gabriela, estudiante universitaria en una universidad privada de Ilsan, Corea del Sur y desgraciadamente para mí, me quedan dos estúpi...