Capítulo 16

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Chiara despertó sobre las 22:00, llevaba dormida desde que se fue Violeta. Algo extrañada por el comportamiento de la pelirroja. ¿A caso la vio como un simple polvo?
Desechó la idea, alguien que te ve como un simple polvo no te trata con cariño.
Además, no le hubiera soltado aquella frase si hubieran tenido solo sexo de una noche. ¿O sí?

La morena se levantó de la cama y recogió la prendas de ropa, aún desnuda. Se encaminó a la ducha con pijama en mano. Ya dentro de la ducha, se metió en el plato y encendió el grifo, humedeciendo su pelo con el agua para que Ruslana no se enfadará si tenía el pelo sucio al día siguiente. Agarró el champú y se enjabonó la cabeza. Lo que hubiera dado por poder hacer a Violeta suya aquel día...
Pero Chiara lo tendría complicado, por qué Violeta aún temía ser tocada de nuevo.

***

La alarma de Violeta comenzó a vibrar en el bolsillo de su móvil haciendo que se sobresaltara, aún sentada a los pies de la cama, con los ojos abiertos como platos y unas grandes ojeras bajo sus ojos. Apagó la alarma y se levantó lentamente del suelo.
Agarró unos pantalones de chándal y una sudadera, el frío del invierno al fin estaba invadiendo las calles de la ciudad. Miró por la ventana y se sorprendió al ver que había llovido durante la noche y ella ni se había dado cuenta.

Violeta salió de la habitación encaminándose a la ducha, le vendría bien para espabilarse un poco y quitarse la cara de muerta que tenía.

Abajo escuchó a sus padres hablar, trago en seco y seguió su camino. Metida en el baño, tuvo la intención de echar el pestillo pero cuando lo intentó hacer, el pestillo no estaba.

Rezo por qué no la escuchará, volvía a sentir miedo.

Abrió la ducha y el termo saltó en la cocina, por lo cual, hizo saber a los habitantes de que se estaba duchando y maldijo aquello.

Se metió bajo el agua, en guardia, mirando la puerta igual que por la noche.
Pero en este caso la puerta se abrió de pronto, dejándola paralizada y las piernas tiritando.

— Pa-papa... — Tartamudeó.

El hombre se acercó furioso y la agarró de brazos. A Violeta le temblaba el labio inferior y sus ojos reflejaban el miedo.

— ¿¡Quién te crees para escaparte!?  — exclamó mientras la empujaba a la pared y luego le jaló su corto pelo.

El hombre dio la vuelta a la chica dejándola con el pecho apoyado en los azulejos y su cara torcida para el lado, había sido un buen golpe, probablemente otro moretón para la colección.
El hombre amenazó con quitarse el cinturón y proporciono solo 5 escasos golpes.

— ¡Cariño! ¡A desayunar! — Salvada por la campana, o más bien por la llamada, su madre llamaba a su padre desde la cocina.

— Te libras muñeca. — Susurró en su oído mientras que Violeta cerraba los ojos con fuerza y contenía la respiración. — Eres el único problema en esta casa, no ha habido discusiones desde que te fuiste ¡Zorra! ¡Eres una puta!

El hombre soltó con brusquedad a la chica, quien sollozó al caer de rodillas al suelo.
Seguidamente salió del baño, la pelirroja se tumbó en el suelo y se encogió quedando en postura fetal, el agua seguía cayendo mientras ella sollozaba y tiritaba en el suelo.

— No aguanto más... — Masculló — No puedo... — Volvió a decir.— Que alguien me saque de este pozo por qué yo sola ya no puedo... —sollozó.

***

Chiara llegaba a la puerta del instituto encontrándose a Ruslana apoyada esperándola.

—¡Nuevo récord! ¡Llegas 7 minutos antes de que empiecen las clases! ¿A qué se debe?— Dijo Ruslana feliz y Chiara simplemente elevó los hombros. — ¿Qué pasó con la andaluza pillina?

La morena de puso roja al instante y la pelirroja grito.

— ¡No! ¡No me jodas Kiki que...! — La menorquina llevo la mano hasta la boca de la ucraniana. — ¡Me muero! Si que sois intensas las bolleras... — Dijo quitándose la mano de la boca.

***

Violeta salió de la casa, el frío la caló rápidamente, había sido un cambio drástico en horas. Suspiro y vio el baho salir de su boca.

Violeta paso por al lado de una madre con sus dos hijos dados de la mano, manos llevaban una mochila de ruedas que era casi más grande que ellos,  los dos críos hacían aquella tontería de imitar que llevaban un cigarrillo en la mano, le daban una calada y luego expulsaban el baho como si fuera el humo.
Sonrió enternecida recordando cuando ella hacía eso, a veces cosas tan insignificante podían sacarte una sonrisa.
Giró hacia el otro lado y vio como unas niñas se soltaban de la mano de su madre para salir corriendo al parque antes de ir al colegio, Violeta recordó cuando también hacia aquello.

Algo que Violeta tenía claro era que quería ser madre, y proporcionarle a sus futuros hijos el cariño y protección que ella nunca recibió y ser la madre perfecta que siempre anheló.

Apretó un poco el paso por qué sino llegaría tarde y lo último que quería era ser interrogada.
Aquella tarde se iría a comer a casa de Denna para ver a su hermana y además contarle detalladamente todo.
Tana ya era una adolescente madura y tenía derecho a saber todo aquello.

❤️❤️❤️

Es cortito y tiene poca relevancia en l historia pero no quería dejaros sin nada, por qué además tengo exámenes de mates el viernes y no sé si podré publicar capítulo estos días.

Kisses from L.L 💋

A Escondidas / KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora