Capítulo 17

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( Cuando nombre la canción Akureyri podéis ponerla para que sea más realista )

Violeta se adentraba al instituto cabizbaja, las manos en las asas de su mochila y sentía que nada más sentarse en el pupitre se quedaría dormida, su primera clase era nada más y nada menos que historia, un tostón de clase que le haría quedarse dormida en cuestión de minutos.
Ni siquiera recordaba si Denna estaba con ella en la clase.

Llegó a su habitual pupitre, al fondo a la derecha, justo en la pared de la ventana. Se sentó y se recostó en el mármol blanco y suspiró, sacó los cascos de su bolsillo y se puso la capucha de la sudadera, seguidamente se recostó en la mesa con los brazos estirados hacia delante, miró el reloj de su muñeca, aún quedaban 13 minutos para que empezará la clase y pocos alumnos entrarían antes de la hora justa.

Su pierna se movía al compás de la canción Akureyri de Aitana , estaba algo adormiladilla. Hasta que una mano le tocó el hombro haciéndola sobresaltarse y que toda la paz que estaba sintiendo se esfumó, levantó la cabeza rápidamente y miró hacia el lado.

Se puso algo nerviosa al ver de quien se trataba, la mismísima Chiara allí, mirándola fijamente.

—Hola... — Saludó la morena tímidamente.

—Hola guiri — Correspondió al saludo.

— ¿Está libre? — Pregunto señalando el sitio de al lado de Violeta, quién asintió. — Pues ya no. — Dijo feliz y se sentó. La pelirroja le dio una sonrisita algo débil y cansada volviendo a recostarse sobre la mesa y cerró los ojos

Chiara la miró con incertidumbre, había otra vez un leve tono rojo en su cachete, ojeras bajo sus ojos; "probablemente producto de una mala noche" pensó, pero lo de su mejilla ya no le parecía normal ¿Tan torpe era?
La ojiverde deslizó su mano por la cabeza de Violeta, la cual aún se cubría parcialmente por la capucha de la sudadera y soltó un suspiro al sentir la mano de Chiara, la mano viajó hasta el moflete de la pelirroja y lo acarició con el dedo pulgar.

—¿Qué te ha pasado?— Preguntó Chiara aún sin parar de acariciarla y con el ceño fruncido.

— Un simple golpe. — Respondió tranquila, parecía hasta convincente.

—¿Con qué? — Preguntó Chiara porque no se creía aquella excusa barata y dejó a la pelirroja en total silencio. — Ya te lo he visto dos veces.

Aquello dejó a Violeta fuera de juego, no tenía otra excusa

— No le des más vueltas al asunto Kiki, un simple golpe. — Dijo adoptando el apodo por el que había escuchado a algunas personas llamarla.

La morena dejó de insistir, a lo mejor era verdad y ella ya estaba imaginando mucho.
Agachó su cabeza y dejó un cálido beso en el cachete de la chica haciendo que la otra se sonrojara.

— Sana, sana, curita de rana, si no cura hoy sanará mañana. — Susurró cerca del rostro de la pelirroja y rió dulcemente, música para los oídos de Chiara. — Anda, ponte derecha que ya está aquí la profesora. — Dijo cuando le dio un repaso a la clase y la vio llena. — Y quítate eso que te van a reñir. — Dijo quitándole los capucha y luego los cascos justo cuando la canción acabó. La canción había romantizado totalmente el momento.

Las miradas cómplices no faltaron en aquella hora, y las manos entrelazadas bajo la mesa y asegurándose de que no las viera nadie.
Violeta había encontrado un lugar seguro en el que olvidaba todo lo que pasaba y Chiara había encontrado a alguien que la llenaba, alguien a quien acompañaría al fin del mundo.

Habían encontrado un alma gemela.

***

Violeta se encontraba sentada con Denna en el patio del instituto, era hora de su 3ª pero Denna decidió que lo mejor era que se saltarán la clase porque veía a Violeta con malita cara.
Además, la clase era dibujo, tampoco se perdieron mucho.

A Escondidas / KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora