CAPITULO 37

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Un día nuevo comenzaba, Zack se despertó temprano pues tenía que regresar a la escuela, no tardo mucho en alistarse y bajo muy feliz a desayunar, en cuanto llegó al comedor se sentó con una sonrisa y su mamá y hermana se quedaron confundidas al verlo así, pero al mismo tiempo felices por verlo sonreír.

Jennifer: Buenos días hijo.

Fernanda: Hola hermanito.

Zack: Buenos días a mis dos chicas favoritas.

Fernanda: ¿A qué se debe tu sonrisa hermanito?

Jennifer: Yo creo que fue gracias a Mia.—dice con una sonrisa—

Zack: ¿Que cosas dices mamá?. Ella solo es mi amiga.
—dice rojo de la vergüenza—

Fernanda: Estás muy rojo hermano, pero ya no vamos a.hablar de ese tema, mejor hay que desayunar.

Sin decir nada más se pusieron a desayunar, no paso mucho tiempo cuando se escuchó la bocina de un auto que ya sabía quién era, así que terminó lo que quedaba de su desayuno y tomo sus cosas y salió de su casa no sin antes despedirse de su mamá y su hermana, en cuanto salió vio a Mia y todos sus amigos y no evito sonreír pues estaba feliz de tener a sus amigos a pesar de todo lo que les hizo, no tardo en subir al auto y saludo a todos con una sonrisa y ellos a él y en cuanto terminaron de saludarse tomaron rumbo a la escuela, pasaron aproximadamente veinte minutos y llegaron a la escuela, en cuanto llegaron se bajaron y se dirigieron a la puerta de entrada, cuando entraron todos los estudiantes iban y venían, cada quien se fue a su casillero por sus cosas pero Mia decidió que acompañaría a Zack por sus cosas pues no lo quería dejar solo para que se encontrará con Mariana y sus estúpidos amigos, en cuanto llegaron Zack saco sus cosas y volteo a ver a Mia con una sonrisa.

Zack: Si sabes que no me tienes que seguir a todos lados. ¿Verdad?

Mia: Lo sé, pero quiero hacerlo, para cuidarte si te pasa algo.

Zack: De acuerdo señorita, usted gana.

Mia: Genial, entonces vamos que ya casi empieza la primera clase.

Sin decir nada más se fueron a su salón y al entrar se sentaron juntos y no tardo mucho el profesor en llegar, la clase comenzó y así estuvieron entre clase y clase hasta que dió la hora de descanso, tocó el timbre y salieron todos a la cafetería y algunos a la sala de estudiantes donde estaban Zack, Mia y sus amigos, todos hablaban mientras comían y reían.

Zack: ¿A dónde vamos a ir hoy Mia?

Mia: Pues te llevaré al lugar donde decidimos ser amigos por primera vez. ¿Que te parece?

Zack: Me encanta la idea.—dice con una sonrisa—

Mia: Genial, entonces saliendo nos vemos en mi auto y nos vamos a dónde todo empezó por primera vez.—dice sonriendo—

Sin más que decir siguieron hablando de temas aleatorios y lo disfrutaban mucho, no tardo mucho en tocar el timbre dando a entender que había terminado el descanso y tenían que entrar nuevamente a clases.
El resto de las clases pasaron muy rápido y cuando menos lo esperaron ya era hora de salida, cuando salieron los primeros en irse fueron Zack y Mia, ambos entraron al auto y tomaron rumbo al bosques donde todo habia empezado, tardaron aproximadamente una hora en llegar, Zack estaba asombrado con aquel bosque como si hubiera sido la puerta vez en verlo, sin esperar más ambos se adentraron mas al bosque y cada vez Zack quedaba mas asombrado con lo que veía, decidieron sentsrse y comer mientras hablaban, Mia tenia la esperanza de que un lugar que ambos conocian le pudiera regresar sus recuerdos a Zack, pero tal vez seria más complicado de lo que creían.
Cuando menos lo esperaron se hizo de noche y decidieron volver, aproximadamente una hora ya estaban en la ciudad nuevamente y Mia había ido a dejar a Zack a su casa, en cuanto llegaron ambos se bajaron y antes de que Zack dijera algo ella hablo.

Mia: ¿Lograste recordar algo?—dice ilusionada—

Zack: No, aún no logro recordar nada, lo siento.

Mia: No te preocupes, ya llegará el momento y aquí estaré para cuando pase. ¿De acuerdo?

Zack: Por supuesto, adiós Mia, descansa.

Mia: Descansa Zack, hasta mañana.

Sin esperar Zack entro a su casa y Mia entro a su auto para dirigirse a la suya.

ALWAYS SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora