CAPITULO 42

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Ya era un nuevo día, Zack iba despertando después de una larga noche de tristeza y dolor en su corazón por las palabras de Mia, en cuanto se levantó, bajo a la cocina y cuando entró su mamá y su hermana se sorprendieron al verlo, pues se suponía que debía estar llegando en dónde estaba Mia, nadie decía nada hasta que su hermana decidió romper el silencio.

Fernanda: ¿Que haces aquí hermano? ¿No sé supone que tendrías que estar llegando donde está Mia?

Zack: Así era, hasta hoy en la madrugada antes de irme, cuando me llamo y me dijo que no me quería ver y que me odiaba, por eso ya no me fui.
-dice llorando-

Jennifer: ¿Porque diría eso Mia?

Zack: No lo sé, pero está vez la dejaré en paz, le voy a cumplir lo que me pidió y espero que entiendan mi decisión.

Fernanda: Tranquilo hermanito, la entendemos.

Zack: Gracias, ahora iré a mi cuarto, bajaré para la comida.

Sin nada más que decir Zack subió a su cuarto y se encerró en el, sin poder evitarlo comenzó a llorar y empezó a golpear la pared pues estaba destrozado nuevamente, le habían dolido mucho las palabras de Mia y había vuelto a caer en ese dolor y tristeza de la que le costó salir.
Pasaron las horas y Anna llegó a comer con Max pensando que Zack ya no estaba y en cuanto entraron vieron a la mamá del antes mencionado con una cara de tristeza.

Anna: ¿Que sucedió?

Jennifer: Es Zack, ya no se fue, dice que Mia le llamo en la madrugada diciéndole que ya no lo quería volver a ver y que lo odiaba, ahora está encerrado en su cuarto y no creo que quiera salir.

Anna: ¿Mia le dijo eso? ¿Porque haría algo así?

Jennifer: No lo sé, pero le afecto mucho a Zack, esperemos que no sea tan grave.

Anna: ¿Puedo ir a verlo?

Jennifer: Si, está bien, a ver si lo convences de bajar a comer.

Anna: Claro, ahora vuelvo.

Sin esperar mucho, Anna subió para ir al cuarto de Zack, en cuanto estuvo enfrente de la puerta tocó con suavidad y al escuchar el "pase" entro con una leve sonrisa, Zack al ver se quien se trataba intento sonreír, pero no logro hacerlo, le salió una mueca, sin esperar mucho Anna se acercó a el lentamente que estaba acostado en la cama, en cuanto llegó, se sentó a un lado y le dió una leve caricia en el brazo.

Anna: ¿Cómo estás Zack?

Zack: Bien... ¿Porque preguntas Anna?

Anna: Sabes que no me tienes que mentir... ¿Verdad?

Zack: Nose de que hablas.

Anna: Tu mamá ya me contó lo que paso, se que no estás bien, ven aquí.
-dijo abriendo sus brazos para abrazarlo-

Zack sin dudarlo se acercó a ella y la abrazo, sin esperar un momento más comenzó a llorar, desahogandose por lo que había pasado, luego de un largo tiempo Zack se separó del abrazo y hablo.

Zack: No entiendo porque me dijo todo lo que me dijo, estábamos bien, hablábamos y ya tenía planeado ir a verla, pero lo que me dijo me dolió, estuve en terapia y tú lo sabes, lo hice por ella, lo hice por nosotros.

Anna: Lo sé, lo sé, quiero saber que fue exactamente lo que te dijo.

Zack: Tengo la llamada grabada, no sé si tenía la grabadora encendida y se grabó toda la llamada.

Zack tomo su celular y puso la grabación de la llamada, Anna escuchaba atentamente hasta que finalmente acabo la grabación.

Anna: Nose que decirte Zack, no tenía derecho a decirte eso.

Zack: No tienes que decir nada Anna y por favor, no le digas nada de lo que me dijo, solo quiero lo mejor para ella y si me quiere lejos lo haré por ella.

Anna: De acuerdo, no le diré nada, pero tienes que bajar a comer y prométeme que comerás todos los días.

Zack: De acuerdo, vamos a comer.

Anna: Genial, vamos abajo y comamos

Sin decir nada más ambos bajaron y fueron al comedor, una vez ahi, comenzaron a comer con el resto de los presentes sin decir nada de lo que había pasado.

ALWAYS SMILEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora