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Loren.

Siete semanas después.

Daemon salió del hospital hace una semana y la verdad que todo de maravilla,hoy me tenía una sorpresa.

—¿Ya puedo abrir los ojos?— pregunté.

—Que impaciente eres— dijo Daemon.

—Pero esto con los ojos cubiertos desde que bajamos de la moto,siente arena en mis pies— exclamé. —,ya déjame abrirlos— insistí.

—Ya casi,solo espera— me movió un poco más. —Ahora— quito sus manos de mis ojos.

Al abrir los ojos, ví un picnic en la playa y faltaba poco para el atardecer. El picnic tenía sandwiches, Coca Cola,algunas fresas,entre otras cosas.

—Digamos que planee esto mentalmente desde el día que hablamos en el hospital— tiro cómo si nada.

—¿Y todo esto por enamorarte?— pregunté.

—Es lo mínimo— respondió.

Me di la vuelta y lo besé,poniendo mis brazos sobre sus hombros y él puso sus manos sobre mi cintura.

—Realmente te amo— dije entre los besos.

—Y yo a ti, Méndez— siguió él.

Nos besamos un poco más y luego me dió la mano para ir hacia el picnic,caminamos hacia él y nos sentamos juntos. El atardecer estaba empezando a notarse de colores cálidos como rojo y naranja,con ese ser amarillento.

—¿Te gustó?— preguntó.

—La verdad que tú me gustas demasiado— dije sarcástica.

—El picnic tonta— dijo molestó.

—Ahhhh— me dice tonta. —La verdad que más que gustarme,me sorprendiste y demasiado— respondí.

—Lo tomó cómo algo bueno entonces— sonrió.

—¿Viste a tu hermano ya?— preguntó.

—En estos días lo veré— respondí.

—Bueno,me imagino que lo extrañas— dijo.

—Demasiado— dije. —¿Cuánto tiempo te llevo?— pregunté.

—¿Cuánto tiempo tardaste en arreglarte y todo eso?— preguntó.

—Tres horas— respondí.

—Entonces tarde tres horas en armar todo esto— respondió.

—Tonto— reí.

—Me amas— dijo con una sonrisa pícara.

—La verdad que si— reí y lo besé.

—Comamos ya— dijo.

—Si,por favor— dije.

—Si,por favor— dije

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Daemon.

Pasamos un lindo día,comimos, reímos,hablamos de mucho,caminamos descalzos por la arena y nos metimos al mar un rato,todo era felicidad pero también debíamos acabar con algunas cosas. Ambos estábamos parados frente al mar,mirando al otro.

—¿Ya vamos a hablar?— pregunto.

—Hablemos— dije.

—Burgos,yo te amo— empezó con eso. —Yo te amo con todo lo que soy y tengo,todo mi ser te ama y estoy enamorada de ti, realmente te amo— confesó.

—Igual Méndez,yo te amo con lo que soy,todo el tiempo quiero estar contigo y todo el tiempo te amo y estoy enamorado de ti— confesé.

—Y quisiera estar contigo porque realmente quiero estarlo,pero no puedo— suspiró. —Aún soy una persona dañada y no quiero ser una persona dañada para ti, quiero estar realmente bien y me duele tener que tomar está distancia entre nosotros pero no creó que podamos estar juntos— explicó.

Y esa es la pura verdad. Por más que querramos estar con el otro, verdaderamente no se puede porque ella aún está dañada,yo aún tengo cosas que mejorar y ninguno está bien para el otro.

—Y estoy en lo mismo Méndez,yo realmente te amo pero no me siento buena persona para tu vida,mis acciones te hicieron daño y debo aprender de ello, quiero estar bien para ti— expliqué.

—Lo mejor es que no estemos juntos,ni dentro o fuera del trabajo, solamente lo laboral y ya— pidió mientras se le entrecortaba la voz.

—Estoy de acuerdo con eso— dije.

—Me va a doler verte con alguien más,pero se que es lo mejor— dijo. —,y prometo esperarte— empezó a llorar.

—No estaré con nadie más porque primero esperarte Méndez,yo lo haré— yo también empecé a llorar.

—Te amo demasiado Burgos— dijo entre lágrimas.

—Y yo a ti Méndez— la besé.

El besó tomó nuestras lágrimas y las formó en lo que es,un beso de despedida.

—¿Damos una última vuelta?— le pregunté.

—¿Hasta que vuelva?— pregunto ella.

—Cuando vuelvas,daremos una vuelta también— dije.

—Esta bien— dijo.

Tomé su mano y fuimos hasta mi moto con nuestras cosas. Ambos pusimos nuestros cascos y arranqué a andar.

Y como si fuera la primera vez en la que se subió en esta moto, anduvimos con velocidad,ella abrazada de mi y sintiendo todo el viento la cara. Se que me va a doler toda la vida el no tenerla ahora y tener que dejarla ir porque no soy bueno para ella ahora, pero es algo que debo hacer para poder tenerla nuevamente algún día.

Luego nos debíamos a su casa y caminamos hacia el departamento.

—¿Ya?— dijo con cierta tristeza.

—Un último beso— pedí.

Ella me besó y fué cuando volví a sentir ese primer beso que tuvimos algún día.

Sus labios chocaron con los míos y volvimos a ese primer beso que tuvimos,con esa  suavidad que tuvimos en ese primer beso nuestra,estaba jugando con mi brusquedad y hacían una guerra armoniosa en el que la brusquedad estaba ganándole a su suavidad y ella la aumentaba y se acoplaba a mi brusquedad,pero no quitaba lo tierno que estaba siendo todo.

Nos separamos y la miré por una última vez.

—Te amo demasiado Daemon— ella estaba llorando.

—Y yo Loren— yo estaba llorando también.  —,pero tranquila que no es un adiós,te lo aseguro— le dije con seguridad.

Ella me besó por última vez y yo dejé un beso en su frente y la abracé.

—Nos vemos— dijo ella.

—Luego— dije.

Ella cerró la puerta y yo me fuí.

"Incluso en otra vida reconocería tus ojos" es la frase que más se acerca a lo que siento por Loren pero,no solo sus ojos son los que reconocería y lo puedo comprobar cuando la veo en el trabajo,cuando llega caminando desde su auto,esas curvas perfectas le dan alerta a mis ojos de que llegaste al lugar y que tengo que cuidar lo que es mío y tu pelo lacio podría jurar que lo ví en sueños también,su altura es algo peculiar de ella y su forma de vestir o caminar son cosas que me llaman la atención,la forma en la que usamos nuestro sarcasmo o como andamos en mi moto,si que no puedo evitar reconocerla,mi alma siente la tuya,mi olfato se enamora de tu perfume,mis ojos encantados ven los tuyos,mi vibra se mezcla con la tuya y por mil razones más,yo la reconocería en esta y mil vidas más.

El Aeropuerto En el Que Te Conocí - [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora