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Regulus se duerme sobre el tablero del auto, James maneja cuidadosamente para no golpearlo, Harry va en su sillita atrás cantando sus canciones infantiles.

-Harry debes guardar silencio- pide James.

-¿Por qué, papá?

-Porque Regulus duerme, cariño.

-Claro papi, lo siento.

Harry se queda callado y Regulus frunce el ceño medio dormido.

-Déjalo, su alegre canto es increíble.

-¿Seguro? un poco más y lo escuchaban en china.

Regulus sonrie volviendo a sentarse bien.

Luego de eso James agarra un poco más de velocidad.

Potter mueve sus manos hábilmente por el volante, controlando por completo al vehículo.

-Hace calor ¿no?- pregunta obligándose a mover la mirada de las grandes manos.

-No, Regulus. Tiene fiebre seguro.

-Oh- se toca su propia frente- ya pasará.

-Papá dice que la salud no es un juego como "pato pato" que hay que cuidarse.

-Papá tiene razón, mi amor- sonrie volteando a mirarlo.

Harry sonrie extendiendo su mano para acariciar la huesuda cara de su profesor.

-Bien, llegamos.

-¿Viven en una finca? creí que solo me estabas secuestrando- bromea- ¿cuanto tardas en llevar a Harry?

-Diez o quince minutos- sonrie divertido bajándose para abrirle la puerta.

-¡Pero tenemos vacas!- exclama Harry emocionado.

La puerta de Regulus se abre y la mano de James lo espera.

No procesa la información, creyó que iría por Harry, no por él.

Potter desabrocha su cinturón y lo ayuda a bajarse.

-Creí que irías por Harry.

-Eso hago- sonrie abriendo la puerta de atrás- a ver amor, levanta los brazos Hazz.

Pronto los tres están fuera del auto.

-Mira, esa vaca- señala Harry tomando su mano- se llama negra, como tu apellido en inglés.

Regulus sonrie divertido.

-Que linda.

-Bienvenido a nuestro hogar- sonrie James abriendo la puerta para Regulus y Harry.

-Wow esto es más grande que un supermercado.

-La eligió Harry.

-¿Dejas a un niño de 4 años elegir una casa?

-Sí- se encoge de hombros- ¿por qué no?

-Se me ocurren muchas opciones.

-Señor Potter- saluda el médico cuando entran.

-¡¿Compraste un médico?!

-No... lo llamé.

-¿Llamaste un médico para mi?!

-Sí.

-No debiste Potter, no traigo dinero.

-No debes pagar nada, ¿no te quedó claro la vez del café?

-Te debo eso.

-No lo aceptaré y lo sabe. Ahora ve y deja que el doctor te atienda. ¡Rose! llegamos.

-La comida está servida.

-Ya comimos señora, muchas gracias- responde Harry.

-Yo no, comeré su comida, señora Rose.

-Claro señor Potter, la comida está servida en el comedor.

-¿Harry?

-Iré con Regulus- señala al pelinegro que respira profundo para que el doctor escuche su corazón.

-Bien, buscame luego, amor.

-Papi.

-¿Sí?

-¿Y si te esfuerzas para que se quede? sé que mamá lo aprobaría.

-Haré lo posible, cariño.

Maestro Reggie//JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora