Maestro Reggie//Jegulus

21

-Remus- responde James antes de sentarse a comer- dime. Todo bastante bien- charla por llamada- mañana iremos con mis padres que ya ruegan por nuestra visita. Ah hola Pads. Sí,  conseguí algo de ayuda. Genial, sí es un tema que teníamos antes de que se fueran. Yo también odio el papeleo. Sí es lindo, ¡tienes prometido! Remus ¿lo escuchas? yo que tu lo tiro por la ventana- James ríe- viene genial para la empresa, sí. Sí lo contraté permanentemente. ¿cuándo vuelven? Okey. Harry está enfermo, ¿quieres hablar con los tíos, Hazz?

-Sí. Hola tío moony, sí me cuidé. No sé de qué, viento supongo. No tío Paddy no volví a comer arena, mi profesor no me deja. Okey, ¿me traen un regalo?- pregunta emocionado- ¡sí! bueno chau tengo hambre- corta la llamada en seco.

Regulus sonrie divertido.

-Harry eso no se hace- se queja James- tus tíos solo querían charlar, puedes despedirte más amablemente.

-Pero tengo hambre y me siento mal.

[...]

James sigue trabajando luego de bañarse, sentado en el sillón.

-¿Podría bañarme?- pregunta Regulus todavía sosteniendo a Harry, Bluey en la tele sigue charlando.

-Sí, claro. Lo siento, no noté que Harry te seguía teniendo de prisionero, lo acostaré en su cama.

-Yo lo hago, tu sigue con eso.

-Sí- suspira 

-Los balances ya no me salen- suspira cuando Black vuelve ya bañado- ¿sabes de esto?

-No, me mataste, pero estás cansado, James- recuerda masajeando sus hombros- ya son casi las dos de la mañana y sigues ahí.

-Tienes razón, ah- gime tirando la cabeza para atrás cuando Black hace presión en un nudo de su cuello.

-Perdón.

-No, sigue.

-Estás todo contracturado.

-Estos últimos meses fueron difíciles, un niño y un trabajo tan pesado es mucho. Mierda Reggie- gruñe- eres increíble.

-Gracias, era mi juego favorito de niño, aunque a mi hermano le hacía masajes con pintura permanente de pared.

-Qué malévolo.

-Recuestate, déjame que te ayude.

James hace caso, sigue las indicaciones de Regulus y se quita la remera.

La espalda fornida de James podrían ser fácilmente dos de la suya, es demasiada piel que tocar.

[...]

James ronca levemente mientras Regulus deja de masajearlo de a poco, el calor que desprende James, el ámbito hogareño y el sueño lo llevan a dormirse sobre la espalda de su jefe, del padre de su alumno. 

Del lindo viudo.