Maestro Reggie//Jegulus

26

-Hola- saluda James mirando a Regulus, Harry está tomado de las manos de ambos.

-Hola- responde Black.

Se sumergen en un ambiente cálido y en que solo están ellos.

-Pasaré por ti en la noche.

-Claro- sonrie, ambos están hipnotizados.

Harry logra soltarse y se va a saludar a la mamá de Draco (y a presentarle todas sus quejas)

[...]

La cita sale extraordinariamente bien.

Las citas terminan siendo parte de la rutina de ambos, ya sea para merendar, jugar con Harry, ir al parque, dar un paseo solos, trabajar lado a lado o una comida romántica.

Pronto la ropa de Regulus se encuentra en la casa de los Potter.

Pronto abre su corazón y cuenta a James todos los malos tragos que su madre le hizo pasar.

En este momento se encuentran juntos en el supermercado.

-¡Quiero esto!- pide Harry a cada cosa roja o azul que ve.

-No podemos llevarnos una pala de escoba, Hazz.

-¿Por qué no?

-Ya tenemos.

-No es un juguete- explica Regulus- no está diseñado para ti, puedes lastimarte.

-Pero el domingo es mi cumpleaños.

-Eso no le quita lo peligroso, mira- señala el objeto dándoselo- pasa el dedo por aquí.

-¡Auch! eso raspa.

-Exactamente ¿viste? nosotros solo queremos cuidarte.

-Sí, perdón pa.

Regulus desordena su cabello con cariño.

-Reg- llama James mirando su teléfono- yo... me gustaría que conozcas a mis amigos, ellos son como mi familia.

-Oh...

-Ya conoces a Remus pero tiene un esposo insoportablemente chusma que me pide por conocerte.

-¿Y no lo hará en el cumpleaños de Harry?

-Es algo... dramático, no quiero ninguna escena en el cumple de mi hijo.

-Claro, ¿cuándo?

-¿Mañana puede ser?

-Sí, ya estamos en posición de conocer a los amigos y familia ¿no?

James sonrie mientras asiente.

Regulus frunce el ceño ante James, Potter pone un par de paquetes de toallitas,

Es raro porque... sabe que James no las utiliza.

El paquete en el pantalón de Potter no parece nada falso. Nunca.

-Son para ti- aclara ante su mirada ansiosa y curiosa- sé que tienes la menstruación casi siempre los primeros días del mes y ya el lunes es primero.

-Tengo en casa- sonrie, James es ese tipo de hombre que nunca esperó encontrar. Que casi no existe.

-Nunca están de más ¿no?

-No gastes.

-Tu no eres un gasto, Reggie. Nunca serás un gasto, y si no eliges algo que te guste para comer hoy tendremos un problema.

También conoce, leyó mucho últimamente, que antes del período puede dar ansiedad, antojos, dolor de senos (en eso todavía no puede ayudar) y demás cosas.

James muere por tocarlo, por besar su cuerpo, pero obviamente no lo hará. No hasta que él lo pida, teniendo su consentimiento y comprendiendo que está listo para dar el siguiente paso.

Tiene juguetes sexuales y una mano que acaban con su calentura, así que no le interesa demasiado.

-James- llama Regulus.

-¿Sí, mi amor?

-Te quedaste pensando ¿vamos por la comida para el cumple de Harry?

-Sí, claro. 

[...]

-No creo que usted sea James Potter- la cajera mastica chicle mientras lo mira mal- eres... un twink. Nada Potter- sonrie divertida- eres como rarito ¿no?

Regulus cierra los ojos con fuerza, recordando a su madre.

-Es mi esposo- se mete James, no hay ni una pizca de gracia en su cara- Cóbrenos y discúlpese porque haré que la despidan- se acerca un poco- del mundo- Amenaza.

-Es mi papá- menciona Harry sacándole la lengua- vieja fea.

La cajera no vuelve a hablar, y Regulus tampoco.

No por el resto del día.

James suspira molesto, ¿por qué la gente tiene que ser así de estúpida?