Maestro Reggie//Jegulus

18

-¿Papá vendrá por mí?- le pregunta mientras salen del aula.

-Esperemos- sonrie besando su frente,

-Señor Potter- saluda un hombre de gafas negras a Harry.

-Ah hola Patrick, ¿papá?

-¿Quién es usted?

-Soy el guardaespaldas personal del señor Potter ¿Regulus Black, no?

-Sí.

-Revise su teléfono

Numero desconocido, audio de voz.

"Reggie, lindo" es la voz de James "mando a mi guardaespaldas para que los busque y traiga a la empresa ¿sí? ¿almorzaste? olvídalo compraré comida igual"

-Ese es papá- exclama Harry sonriendo mientras escucha el audio, a pesar de que Regulus se llevó el teléfono al oído.

El viaje es silencioso por parte de los adultos, es el niño el que va cantando como si fuese Madonna las canciones de la granja de Zenón.

Patrick mira a Regulus para que lo calle, pero Reggie no tiene el corazón para hacerlo.

[...]

-Bienvenido a  "Potter & CO"- habla Patrick abriéndole la puerta a Regulus.

El edificio es enorme, muy grande, debe ocupar una manzana entera.

-Vamos por papá-sonrie Harry tirando de su mano.

El guardaespaldas lo acompaña.

Las miradas se posan en él, Regulus no es la persona más formal del mundo, es profesor de niños ¿qué esperan?

Se siente un sapo de otro pozo.

-Patrick- saluda un hombre igual a James- ¿mi hijo? ¡oh Harry!

-¡Buelo!

-Arriba señor, los acompaño.

-Mira abuelo él es Regulus.

-¿El Regulus del que te la pasas hablando?

-Sipi.

-Un gusto, Fleamont.

-Un gusto, señor. Soy Regulus.

-Me recuerdas a mi esposo.

-¿Cómo se encuentra?

-Mucho mejor, pude salir porque estaba su hermano de visita.

-Claro, comprendo.

-¿Sales con mi hijo?- cuestiona mientras el ascensor se detiene.

-...No, ¿por qué?

-James no deja que casi nadie se acerque a Harry- explica.

Regulus se siente pequeño a su lado, es quizá más alto que James e igual de fornido.

-Solo soy su profesor.

Mont toca la puerta y James abre.

Su sonrisa aparece cuando ve a tres de sus seis personas favoritas.

-Hola- saluda dejándolos pasar- estoy con un montón de papeleo, la comida está llegando ¿cómo sigue papá? ¿necesitas algo, pa?

-Venía a verte, tu te preocupas por nosotros pero nosotros por ti también.

-Que lindo eres- sonrie tomando a su niño- pero tengo apoyo- señala a Regulus con su lapicera.

Black está en el balcón, distraído mientras mira la ciudad.

Fleamont los mira con una ceja arriba.

-Explicame.

-Lo contrate para que me ayude sabes que odio el papeleo, Regulus es muy inteligente y Harry lo ama, ganamos todos.

-Claro- responde divertido- nada personal ¿no?

-Dejate de andar de casamentero, pa. Estoy ocupado, ¿me ayudas?- extiende un par de hojas.

-No, gracias. Yo ya hice mi parte desde casa, dejaré que Regulus te ayude.

-Bien-suspira.

-Es lindo, parece ser bueno para ti. Date otra oportunidad en el amor, la mereces.

-Papá te estaría vomitando la cara.

-Es el más romántico de los dos.

-Lo sé- responde divertido.

-Me recuerda a él.

-¿Quién?

-El sapo pepe- responde sarcástico- Regulus, James.

-No me perturbes de esa forma.

-Bien. Me voy, te compré helado de postre, tu favorito- besa su cabeza.

-Gracias pa, eres el mejor.

"¿Eso se sentirá que tu padre te ame?" se pregunta Regulus mirando a los Potter por la vidrio, James y Mont se abrazan, ríen y bromean.

Harry se acerca al barandal y Regulus lo aleja, entrándolo a la gran oficina.

-Reg- llama James- ¿puedo decirte así?

-Sí, como guste.

-No me llames señor por favor, me estresa- comenta estresado.

-Claro, lo siento, ¿James?

-¡Papi!-exclama Harry- yo lo llamo papi, llámalo papi.

James lo mira y se para de su silla, se apoya en el escritorio y alza una ceja.

-Vamos, llamame papi- lo molesta.

-Jamás- responde entrecerrando los ojos.

-Bien, ¡a comer! ¿comiste Harry?

-Sí papi, lo que mandaste.

-El abuelo pidió helado, puedes comer comida y helado o solo helado si no tienes tanta hambre.

-Claro, pa.

Llaman a la puerta y James abre, varios mozos dejan una infinidad de platos en la mesa de juntas.

-¿Invitó a la reina y todo Inglaterra a almorzar, señor James?

-No, invité a alguien más importante- coquetea mirándolo a los ojos.