Maestro Reggie//Jegulus

22

La luz del sol obliga a Potter a abrir los ojos, Regulus está acurrucado sobre su pecho, como si fuese el colchón más cómodo del mundo.

Las manos de James acarician la suave cintura por debajo de la remera del menor.

Los pájaros se escuchan y el sol brilla con felicidad.

Regulus luce como un ángel dormido sobre él.

No tiene el corazón para despertarlo, así que lo lleva en brazos a hacer todas sus tareas con él- excepto ir al baño, eso se aguanta.

Abre las cortinas, cocina el desayuno y atiende la videollamada de su padre.

-Ey pa- escucha Regulus entre sueños.

-Oh bien ¿no eran cuestiones personales no?

-Buenos días se dice.

-Buenos días, James. ¿Vienen hoy?

-Depende de como siga Harry, te aviso.

-¿No me explicarás?

-Se quedó dormido.

-¿Y tu mejor idea fue tomarlo entre tus brazos y pasearlo por la casa mientras haces tus tareas?

-Menos ir al baño- aclara mordiendo su tostada.

-Obviamente no, ¿no era más fácil dejarlo dormir en la cama?

-Nos dormimos en el sillón.

-Tienes como 10 camas y duermen en el sillón.

-Nos quedamos dormidos.

-Espero que te hayas cuidado, apenas puedes con un niño.

-No hicimos nada, papá- se queja. Regulus sonrie, ya despierto- ¿siempre tienes que andar buscandome pareja?

-Lo necesitas, James. Estas muy solo.

-Puedo solo.

-Pero no debes solo, eres un buen hombre, alguien debe encajar contigo.

-No es fácil encontrar pareja teniendo un niño de 4 años, por el resto y por mi, no quiero meter a cualquiera en casa.

-Es broma ¿no?- cuestiona Mont divertido- iré a asar la carne, los quiero acá en una hora. A los tres- remarca antes de cortar.

Regulus fuerza un bostezo y finge despertarse recién.

Está sentado sobre James.

-¿Hola?

-Buenos días, Regulus.

-¿Qué hago acá?

-Te dormiste sobre mi y no tuve el corazón de abandonarte, además no querías soltarme.

Regulus lo suelta avergonzado, recién notando que sus manos se aferran fuerte a Potter.

-Lo siento, traumas de abandono- se pasa a una silla a su lado.

-No te preocupes, lindo. Iré al baño y a ver como sigue Harry.

[...]

El niño llega corriendo como si nunca hubiese estado enfermo en su vida.

-Bueno al parecer estás bien- sonrie Regulus tomándolo entre sus brazos, Harry parece tener un apego muy fuerte a él.

-¡Sí! papá me dijo que iremos a lo de los abuelos, no sabes lo geniales que son ¿vendrás?

-Yo... no lo creo.

-Por fis- pide Harry uniendo sus manos.

Regulus mira a un recién llegado James que solo levanta las manos con inocencia.

-Es mucho, Harry. Tus abuelos son familia y yo soy... solo tu profesor- se rompe su propio corazón al decirlo.

-No, no lo eres- retracta James- eres de la familia- sonrie sentándose frente a él- me honraría mucho que aceptes la insistente invitación de mi padre.

-No lo sé, James...

-¿Le dirás que no a Fleamont Potter? Te meterás en problemas- bromea, Regulus copia su sonrisa y suspira.

-Bien pero deben de dejar de hacer esto.

-¿Qué?

-Convencerme con su encanto- responde volviendo a su cereal.