Me Enamoré De La Villana: Revolución En El Mar - Fanfic

Extra: Silent Oshi

—Recibí esta carta de mi esposa fallecida hace tres años... en ella dice que me espera en ese lugar... Silent Hill... sin importar cuanto desafíe a la lógica, alguna extraña fuerza me ha traído a este lugar—.

Todo en este lugar ha sido extraño, la espesa niebla que se extiende por cada rincón impide que pueda ver más allá de algunos metros, sin embargo, no he estado caminando en círculos, antes de darme cuenta he llegado a un extraño hotel... "¿Por qué aquí?" pensé para mí misma...

—Entiendo... esté es el hotel de pasó en el que Rei y yo nos hospedamos cuando pasamos por esta ciudad...—.

Pesé a todo rastro de sensatez, me decidí a entrar en el extraño recinto, sin imaginar los horrores que me esperarían dentro. Recorrí sus extraños pasillos y dentro de una de sus habitaciones encontré un extraño monstruo con una cabeza de pirámide, estaba haciendo algo extrañamente perturbador con una cosa cuyo torso era sustituido por un par de piernas.

Me encerré en un pequeño ropero, esperando que la criatura no se hubiese percatado de mi presencia.

—Rei...—

Un extraño calor recorrió mi ser, aprete mi pecho con anhelo... la extraña criatura se acercó a mi escondite, sin embargo, soltó un desgarrador grito de agonía y abandono la alcoba.

Como pude, escapé del hotel infestado de criaturas que solo podrían describirse como pesadillas... mi instinto me decía por dónde ir, finalmente llegué a un parte. Caminé por lo que parecía un pequeño muelle que colindaba con el Lago Toluca, en la lejanía, justo a mitad del cuerpo de agua se podía ver una isla, el monte de tierra era peculiarmente nostálgico, me quedé viéndolo por unos momentos antes de seguir mi camino.

­—¿¡REI!? —

Grité sorprendida de ver a alguien, a una mujer que era idéntica a mi esposa fallecida.

—¿Se te ha perdido alguien, guapa? —.

—No... bueno... es que te pareces demasiado a mi esposa, excepto por la forma del cabello y tu ropa—.

—Vaya... parece que tienes un muy buen gusto en mujeres... me llamo Rae—.

—Soy Claire... encantada—.

Había algo que me perturbaba en Rae... y no era solo su gran parecido con mi esposa, sin embargo, ella se ofreció a acompañarme.

Nuestro camino a ciegas nos condujo a un hospital, la compañía de Rae era reconfortante a pesar de la sensación que me producía.

—Mmm... es un hospital... por supuesto—.

—¿Te desagradan los hospitales, Claire? —.

—Mi ultima experiencia en uno no fue nada agradable—.

Le confesé que Rei no gozada de una excelente salud la mayor parte del tiempo, y en los últimos meses de su vida, prácticamente vivíamos en el hospital de nuestra ciudad.

Las pesadillas se apoderaron también del hospital, el lugar se había convertido en un laberinto, el lugar no me agradaba en lo absoluto, era aprensivo y el olor de vendajes, sangre y yodo me remitía a los horribles momentos que viví con Rei en el hospital.

—¿Por qué? —

—¿Dijiste algo? —

—No he dicho nada—

Rae sonrío sospechosamente, pero todo el lugar parecía corear la pregunta "¿Por qué?".

Logramos llegar a un extraño pasadizo, creí que al fin podríamos salir de ese maldito hospital, pero una de esas atrocidades con cabeza de pirámide nos persiguió. Corrimos lo mas que pudimos y al final del pasillo había un ascensor.