Parte 18

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Perspectiva de Claire

Mis hombres desembarcaron rápidamente en el muelle, y traspasaron a los soldados del almirante Thane abriéndonos paso a Misha, Lene y a mi hacia el castillo del conde Rod. Pepi y Loreta se quedaron en la retaguardia como apoyo y para preparar el escape.

–Lene, Misha. Ustedes distraigan a Thane y a Yuu, yo tengo que ir por ella– mis acompañantes asintieron y se dispersaron dejándome el camino libre. –¡No hagan nada estúpido! –

Varios soldados trataron de cerrarme el paso, "pobres ilusos" pensé, gracias al esfuerzo de Rae pudimos encontrar la fuente de piedras mágicas y apuré al maestro Lambert a preparar suficientes armas para esta misión.

Finalmente pude llegar al castillo donde la tenían cautiva. Me escabullí hasta los calabozos en la parte inferior, debido al alboroto hecho por el ataque, había pocos soldados resguardando las celdas, sin pensarlo me encargué de los soldados que estaban en mi camino y llegué hasta el celador que resguardaba las llaves.

–Si sabes lo que te conviene, me darás esas llaves y te largaras como si no hubieses visto nada– el tono hostil de mi voz hizo estremecer al soldado, quien sin pensarlo me dio las llaves y abandonó la sala.

Revisé todas las celdas en mi camino hasta que por fin pude encontrarla. Una mezcla de emociones se apoderó de mi cuerpo, alivió por al fin estar de nuevo con ella, ira por ver el deplorable estado en el que se encontraba y felicidad de saber que me la llevaría de ese horrible lugar.

Abrí rápidamente su celda, y al percatarse de mi presencia sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a arrastrarse torpemente hacía mí.

–C-capitana...– su voz se quebraba por la profunda tristeza en su ser. –¿No es un sueño? ¿verdad? ¿No he muerto aún? –.

Lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, y sin palabras, me arrodille y la tome entre mis brazos.

–No seas tonta plebeya, definitivamente soy yo–.

Días atrás

–Claire, debemos hablar– Manaria entró a mi estudio sin tocar la puerta. –No puedes seguir ignorándome todo el tiempo–.

La mire fríamente, en ese momento su presencia me disgustaba mas de lo que pudiera imaginar. Me levante de mi escritorio y me dirigí a la puerta para pedirle que se fuera.

–No estoy de humor para lidiar con tus tonterías, Manaria– abrí la puerta en señar de que se fuera. –Mañana iniciaremos la expedición para explotar la mina que Ra... la plebeya encontró–.

Manaria furiosa me agarro del cuello de mi vestido y cerró de nuevo la puerta azotando mi cuerpo contra ella.

–Estupideces son las que tu estás cometiendo– sus ojos mostraban un profundo enfado. –Ahora siéntate que tenemos que hablar–.

Me arrojó contra mi escritorio, a lo que reaccioné desenfundando mi pistola.

–¿De verdad crees poder contra mí? – me cuestionó con frialdad mientras sacaba su varita. –He dicho que te sientes–.

Sin mas remedio por el momento, tuve que obedecer, me volví a sentar en mi escritorio mientras ella tomaba asiento en las sillas frente a mí.

–¿De verdad dejarás que todo termine así? – el tono de su voz cambió, ahora parecía melancólico. –Es obvio que esa "plebeya" es importante para ti–.

–No se de que estas hablando– intente evadir el tema sin poder lograrlo.

–Hay dos cosas importantes de las que quiero hablarte hoy– Manaria esbozó una sonrisa llena de nostalgia y comenzó su relato.

Me Enamoré De La Villana: Revolución En El Mar - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora