Parte 33

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Nuestra estancia en el convento pasó sin complicaciones, decidimos quedarnos unos días mas para obtener mas información de la princesa Yuu, además, Misha se veía muy feliz de estar de nuevo con su amiga de la infancia, aunque ella no se lo pidió directamente a la capitana, Claire decidió darle mas tiempo con Yuu, por cosas como esas es por lo que amo a Claire.

–Entonces... ¿ya lo tienes decidido? – la voz de Claire reflejaba tristeza

–Lo siento, Capitana...–

Misha apartaba la mirada directamente de los ojos de Claire, no sabía como mirar a la mujer que tanto la había apoyado durante su vida, no la estaba traicionando, pero, sentía que su deseo egoísta minimizaba todo lo que habían pasado juntas.

–ahhh...– suspiró Claire. – Entonces no creo que podamos hacerte cambiar de opinión, Misha–.

–C-capitana...–

La capitana Claire abrazó a Misha fuertemente, sin mentir, sentí algo de celos... Misha correspondió el gesto y ambas permanecieron así por un breve momento.

–Capitana... yo... realmente agradezco que me permita quedarme aquí–

–Sinceramente... perder a un miembro tan valioso de mi tripulación no es algo que me alegre demasiado, pero... comprendo que tu lugar está aquí por ahora–

Misha había decidido quedarse en el convento para estar con Yuu, a pesar de que ahora era una mujer. Misha intentó adaptarse rápido a la nueva situación, aún no era totalmente sincera con sus sentimientos por la princesa, pero, era mas que obvio que lo hacia para estar con la persona que mas quería.

–¡Capitana Claire! – interrumpí el momento bromeando. –¿Yo no recibiré un abrazo? –

–¿También piensas dejarme y quedarte en este lugar? – Claire respondió fríamente.

–¡Por supuesto que no capitana, yo siempre estaré a su lado! –

–Entonces no veo razón para hacer tal cosa–

–¡P-pero capitana Claire! – hice un pequeño berrinche

–S-si quieres p-puedes quedarte conmigo, Rae– la suave voz de Lilly se hizo presente mientras me tomaba del brazo. –L-Lily sería muy feliz si te quedaras aqui–.

–Por supuesto que no hará eso– Claire me tomo de la mano alejándome de Lilly. –Ella aún me sirve y es mi dama de compañía–.

La alegría invadió mi pecho al notar los celos de Claire ante la clara insinuación de la cardinal Lilly.

–¡Capitana CLAIRE, la amo! –

Me lancé a ella para abrazarla, pero la capitana se hizo a un lado haciendo seguir de largo y caer.

El día de nuestra partida fue menos emotivo de lo que pensé, a pesar de que Claire era tan unida a Misha como lo era con Lene, Pepi y Loretta, prefirió marcharse sin dirigirle casi palabra alguna, aunque para muchos pudo haber sido descortés, en el fondo sabía dos cosas, y la primera era que ambas sabían que volverían a verse, e incluso hicieron una promesa de seguir compartiendo nueva información, y la segunda era que a la capitana Claire no le gustaba despedirse.

–¿Capitana Claire? –

–Dime–

–La amo–

–Ah, ¿sí? –

–¿Capitana Claire? –

–¿Qué quieres? –

–¿Puedo abrazarla? –

–No...–

El primer día de viaje fue bastante aburrido, el animo de Claire no era el mejor de todos, estaba pensativa y distante, y a pesar de mis esfuerzos, no pude levantar su ánimo, pero, afortunadamente mientras pasaban los días de viaje su ánimo iba mejorando poco a poco. Finalmente llegamos nuevamente a nuestro pueblo, era de noche, pero el maestro Lambert nos recibió.

Llegamos a la mansión de la capitana Claire y ella y el maestro Lambert tuvieron una reunión breve en el estudio privado de Claire, yo me dirigí a la cocina para preparar algo de té mientras ellos hablaban, pero un grito rompió la calma de la noche.

–¡SIIIIII! –

Me apresuré al estudio de la capitana y noté al maestro Lambert agotado y sonriendo con pesadez, mientras que la hermosa cara de Claire mostraba una radiante sonrisa y un entusiasmo inconmensurable.

–¿Qué ocurre? – pregunté algo desconcertada. –¿Todo esta bien? –

–Todo está bien, Rae– Claire se dejó caer en su silla mientras sonreía tiernamente. –Todo está absolutamente bien–.

Lambert se fue poco después, Claire y yo nos dirigimos a nuestras habitaciones para poder descansar un poco, el viaje había sido pesado y la noche fue un poco mas animada de lo que esperaba. Dormí casi enseguida.

–¡Rae! –

–¿...?–

–¡Rae, despierta! –

–¿Quién habla? –

–¿Cómo que quien habla? ¡Despierta de una buena vez! –

Grité sobresaltada al ver a la capitana Claire muy temprano en mi habitación, parecía que la felicidad y la enorme sonrisa de la noche anterior no se había borrado en lo absoluto, me encantaba verla así de animada después de lo de Misha, pero era demasiado temprano incluso para mí.

–¡Ven! –insistió. –Lambert nos esta esperando en el muelle, date prisa y alístate–.

Era extraño ver a Claire tan animada y entusiasmada por algo, me arrastró por todo el pueblo tomándome de la mano, definitivamente pasaba algo extraño, pero todo tuvo sentido cuando finalmente llegamos al muelle de nuestro pueblo.

Un enorme barco estaba frente a nosotras, incluso mas grande que el que teníamos antes, era imposible que Lambert háyase terminado tan enorme navío en solo un mes, pero ahí estaba frente a nosotros, y con razón lucía tan cansado la noche anterior, incluso sentí un poco de pena por él.

El barco era hermoso, la pintura roja con detalles dorados lo hacia lucir como una gran hoguera, una feroz llama en el océano, los colores de la familia François, y lo que más sobre salía de todo, en la proa tallada de una sola pieza de madera la figura de una hermosa mujer con larga cabellera rizada y con la mitad de su cuerpo terminando en cola de pez, a pesar de ser de madera, su rostro estaba tan bien detallado que su gentil mirada y la posición orante de sus brazos la hacían lucir como una santa dando una plegaría por sus tripulantes.

–Capitana Claire... – dije sorprendida de poder reconocer a la mujer tallada en la proa. –Esa es...–

Claire apretó mi mano fuertemente.

–¡Si! – gritó con emoción. –Es nuestro nuevo barco... ¡EL MELIA! –.


Me Enamoré De La Villana: Revolución En El Mar - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora