Capitulo 25 - Otra ciudad

348 41 21
                                    

Narra Harley;

¿Que? ¿Mafia? ¿Órdenes? ¿Estará hablando de mí y de Bill?.. Pensé eso mientras mi papá y yo nos miramos por unos segundos.

-¿Que escuchaste?- Dice serio. Nunca lo ví asi, ahora pareciera como Bill.

-Nada, no escuché nada- Dije tartamudeando.

-Hablo en serio ¿Que es lo que escuchaste?- Dice mientras caminaba lentamente hacía a mí.

Quedo en silencio mientras retrocedo y lo miraba con miedo. -¿Nos... ¿Nos vas a matar?- Dije. Era lo que siempre quise, pero morir por su culpa no me agrada mucho.

En ese instante él levantó la mano, pero yo corrí a la cocina y rápidamente traté de encontrar un cuchillo o algo afilado para defenderme.

-No seas maricona- Dice mi papá.

-Basta, no te acerques más- Dije mientras él caminaba a un ritmo lento.

-Cierra la puta boca, hoy será tu último día y no tengo ganas de luchar con vos- Dice de forma extraña.

-¡No! ¡No!- La desesperación me hacía pensar menos mientras que él se acercaba más, lo que el miedo empeoraba.

-¡Cállate!- Dice y en pasos largos se acerca a mí y me da una cachetada.

-¡No me toques!- Grité y lo empujé.

-¡No seas malcriada!- Grita en mi cara para luego agarrar el cuchillo que tenía y tirarlo al piso, después me agarra del brazo con tal fuerza que en cuestión de segundos lo sentía frío.

Me llevó a mi cuarto y cerró la puerta.

-¡No! ¡déjame!- Lo empecé a pegar y patear pero era mucho más fuerte que yo.

-¡Cálmate perra!- Dice y de la nada, siento un pinchazon en el brazo.

Era una jeringa... Y ahora me sentía cansada, tenía sueño, me sentía débil..

-No.. no no no no..- Repetí angustiada pero sin fuerzas al punto de que él me tuvo que agarrar y tirarme a la cama. -No... No me hagas esto, no..- Murmuré mientras una lágrima salía de mi ojo.

Estaba tratando de moverme pero poco a poco me sentía aún más débil..

Narrador;

Harley tuvo que sufrir nuevamente.. no tenía escape y a medida que pasaba el tiempo ya no sentía su cuerpo.

Walter le había inyectado un calmante, lo que dejó inmóvil a su hija para hacerla suya..

...

De la nada, el teléfono de Walter empezó a sonar, lo que él soltó a Harley y rápidamente se cambió para contestar, dejando a Harley tirada en su cama, aún que en el momento cae al piso semi desnuda y sin fuerzas, ni siquiera podía llorar.

-Mañana terminaré, no salgas ni grites..- Dice Walter en la puerta mientras la cerraba con llave.

Pero antes de eso, una cosa filosa cayó al piso y era un pequeña navaja que se había caído del bolsillo de su padre.

CRIMENES DIVERTIDOS - Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora