You Were Meant For Me

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La preocupación por el protocolo apropiado era innecesaria

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La preocupación por el protocolo apropiado era innecesaria. Los títulos y los tratamientos no eran importantes cuando el conde en cuestión era un amable gigante llamado Henry Percy.

Françoise, a quien sí le importaba el decoro, chasqueaba la lengua y protestaba mientras acababa de vestir a Taehyung con ropa rescatada, quien contuvo el aliento, metió el estómago y espero un milagro mientras ella acomodaba el jubon, pero nada carente de intervención divina iba a hacer que tuviera una figura propia de una sílfide.

Taehyung le hizo a Françoise una serie de preguntas durante el complicado proceso, no solo era la ropa, también esperarían de él que hiciera una reverencia. Françoise le enseñó rápidamente a hacerla mientras le explicaba cómo funcionaba lo de los diferentes títulos de Henry Percy, al que llamaban lord Northumberland aunque se apellidara Percy y fuera conde.

Pero no tuvo oportunidad de poner en práctica ninguno de sus recién adquiridos conocimientos. En cuanto Jungkook y él entraron en el salón principal, un joven desgarbado con ropas de viaje de cuero marrón claro llenas de barro se levantó de un salto para saludarlos. Su dilatado rostro lucía una mirada inquisitiva que le elevaba las gruesas cejas de color ceniza hacia una frente con un pronunciado pico de viuda.

—Hal. — Jungkook sonrió con la indulgente familiaridad de un hermano mayor. Pero el conde ignoró a su viejo amigo y fue hacia Taehyung.

—J-j-joven Roydon. —El tono de voz profundo y grave del conde estaba carente de matices y en él apenas había rastro de inflexión o acento alguno.

Antes de bajar, Jungkook le había explicado a su esposo que Henry era un poco sordo y que tartamudeaba desde que era niño. Sin embargo, era un experto lector de labios. Al fin una persona con la que Taehyung podía hablar sin sentirse cohibido.

—Veo que Kit ha vuelto a robarme el protagonismo — comento Jungkook, con una sonrisa apesadumbrada—. Esperaba contártelo yo mismo.

—¿Qué importa eso para quien comparte tan feliz noticia? —Lord Northumberland hizo una reverencia—. Gracias por su hospitalidad, joven, y disculpa que los felicite en este estado. Es muy amable de su parte que sufra a los amigos de su esposo tan rápido. Deberíamos habernos marchado de inmediato en cuanto supimos que habían llegado. La posada sería más que apropiada.

—Es más que bien recibido aquí, señor. —Aquel era el momento de hacer la reverencia, pero aquellas pesadas prendas no eran fáciles de manejar y llevaba el jubón tan apretado que no se podía doblar por la cintura. Puso las piernas en una posición reverencial apropiada, pero se tambaleo al doblar las rodillas. Una mano enorme de dedos romos se extendió con rapidez para sostenerlo.

—Llámeme Henry, joven. Todo el mundo me llama Hal, por lo que mi nombre de pila se considera bastante formal. —Como muchas personas duras de oído, el conde hablaba en un tono de voz deliberadamente suave. Lo soltó y centró su atención en Jungkook —. ¿Por qué no llevas barba, Koo? ¿Has estado enfermo?

La Sombra de la Noche KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora