Sangwoo parecía estar tranquilo mientras se enfrentaba a un vampiro desconocido y armado y a su propio hijo, ya crecido. Solo un ligero temblor en la voz y los nudillos blancos por la fuerza con que se aferraba al tenderete lo delataban.
—El doctor Kang, supongo —dijo Jungkook dando un paso atrás, antes de enfundar el arma.
Sangwoo se alisó la práctica chaqueta marrón. Estaba hecha un desastre. Alguien —probablemente Yoonah— había intentado convertir una chaqueta con el cuello Mao en algo parecido a una casulla clerical. Y los bombachos eran demasiado largos, más parecidos a los que usaría Ben Franklin que a los de Walter Raleigh. Pero aquella voz familiar, que Taehyung no oía hacía veintidós años, era absolutamente perfecta.
—Has crecido en los últimos tres días —dijo, temblando.
—Pues tú estás como te recordaba —respondió Taehyung aturdido, todavía asombrado por el hecho de tenerlo delante de él. Preocupado porque dos brujos y un wearh pudieran ser demasiado para la multitud del atrio de San Pablo, y sin tener muy claro qué hacer en esa situación nueva para él, cayó en las convenciones sociales—. ¿Quieres venir a casa a tomar algo? —sugirió con torpeza.
—Claro, osito. Eso sería genial —dijo, asintiendo con indecisión.
Padre e hijo no podían parar de mirarse, ni de camino a casa ni cuando estuvieron a salvo en El Venado y la Corona, donde, milagrosamente, no había nadie. Una vez allí, Sangwoo le dio un fuerte abrazo.
—De verdad eres tú. Hablas como tu madre —dijo, mientras lo agarraba con los brazos estirados para analizar sus rasgos—. Y también tienes su cabello.
—La gente me dice que tengo tus ojos —dijo Taehyung, analizándolo. Cuando tienes siete años, no te fijas en esas cosas. Solo piensas en buscarlas después, cuando es demasiado tarde.
—Así es —rio Sangwoo.
—Taehyung también tiene tus orejas y pómulos. Y sus olores son, en cierto modo, similares. Así fue como lo reconocí en San Pablo. — Jungkook se pasó la mano nervioso por el pelo rapado y luego se la tendió a su suegro—. Soy Jungkook.
Sangwoo se quedó mirando la mano que le tendía.
—¿Sin apellido? ¿Eres una especie de famoso, como Halston o Cher?
De pronto, a Taehyung se le vino a la cabeza la clara imagen de lo que se había perdido por no tener a su padre cerca en la adolescencia, haciendo el tonto al conocer a los chicos con los que salía. Se le llenaron los ojos de lágrimas.
— Jungkook tiene muchos apellidos. Es... complicado — respondió Taehyung, sorbiéndose las lágrimas. Su padre pareció alarmarse por el repentino brote de emoción.
— Jungkook Roydon valdrá por el momento —dijo Jungkook, captando la atención de Sangwoo. Acto seguido, se estrecharon la mano.
—Así que tú eres el vampiro —comentó Sangwoo—. Yoonah está preocupadísima por las cuestiones prácticas de tu relación con mi hijo, y eso que Taehyung todavía no sabe ni montar en bici.
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La Sombra de la Noche Kooktae
FanfictionTras descubrir los poderes para viajar en el tiempo de Taehyung, él y Jungkook deciden viajar al pasado, a una epoca donde haya brujos poderosos que le enseñen a usar su poder y en donde puedan encontrar el Ashmole 782. Ambos deberan confiar mutuame...