XXI: Wildest Dreams

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Verin de Clermont estaba sentada en su casa, en Berlín, mirando incrédula el periódico:

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Verin de Clermont estaba sentada en su casa, en Berlín, mirando incrédula el periódico:

The Independent

1 de febrero de 2025

Una mujer de Surrey ha descubierto un manuscrito perteneciente a Mary Sidney, famosa poetisa isabelina y hermana de sir Philip Sidney.

«Estaba en el armario de la caldera de mi madre, encima de las escaleras» aseguró Henrietta Barber, de sesenta y dos años, a The Independent. La señora Barber estaba retirando las pertenencias de su madre antes de internarla.

«Me pareció un fajo de papeles viejos y estropeados».

El manuscrito, según creen los expertos, representa un cuaderno de notas de trabajos de alquimia que la condesa de Pembroke escribió durante el invierno de 1590-1591. Se creía que los papeles científicos de la condesa habían sido destruidos en un incendio en Wilton House en el siglo XVII. No está claro cómo ha llegado el objeto a manos de la familia Barber.

«Recordamos a Mary Sidney fundamentalmente como poetisa», comentaba un representante de la casa de subastas Sotheby's, que sacará el objeto a subasta en mayo, «pero en su propia época era conocida por tratarse de una gran profesional de la alquimia».

El manuscrito es de particular interés, ya que demuestra que la condesa disfrutaba de asistencia en el laboratorio. En un experimento denominado

«elaboración del arbor Dianae», identifica a su ayudante con las iniciales TR. «Puede que nunca seamos capaces de identificar al hombre que ayudaba a la condesa de Pembroke», explica el historiador Nigel Warminster, de la Universidad de Cambridge, «pero este manuscrito nos dirá de todos modos muchas cosas sobre el aumento de la experimentación en la revolución Científica».

—¿Qué sucede, Schatz? —Ernst Neumann puso una copa de vino delante de su esposa. Estaba demasiado seria para un lunes por la noche. Aquella era la cara de viernes de Verin.

—Nada —murmuró esta, con los ojos todavía fijos en las líneas impresas que tenía delante—. Un asunto familiar inconcluso.

—¿Tiene algo que ver con Hansol? ¿Ha perdido hoy un millón de euros?

A Ernst le había costado acostumbrarse a su cuñado y no confiaba del todo en él. Hansol lo había adiestrado en las complejidades del comercio internacional cuando Ernst no era más que un chiquillo. Ahora tenía casi sesenta años y era la envidia de sus amigos, por su joven esposa. Las fotos de la boda, en las que salía Verin con un aspecto exactamente igual al actual junto con una versión de veinticinco años de sí mismo, estaban a buen recaudo, fuera de la vista.

—Hansol no ha perdido un millón de nada en su vida.

Ernst se percató de que, en realidad, Verin no había respondido a su pregunta.

La Sombra de la Noche KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora