| Capítulo 31 |

790 30 36
                                    

Un mes después.

TESSA.

La asfixia me está matando.

El dolor en mi cuerpo que no se desvanece.

Estar en el lugar de la bestia compartir lugar con aquel mafioso que odio con todas mis entrañas, es algo que resentiré el resto de mi vida.

Me duele cada extremidad de mi cuerpo, tengo rasguños por doquier, hematomas que no se van menos cuando soy yo quien se las busca. No se que hubiera sido de mi si no detenía la violación de uno de los guardias, ya es mucho soportar el acoso de ellos.

<<Esto es un asco. Siento que me pudro cada día qué pasa y en estas condiciones>>

El imbécil de RX me ha cortado mi largo cabello castaño a la altura de mi mandíbula en capas, despeinado y sucio.

El único problema, es que no tengo una cama. Duermo, como y despierto en el mismo lugar como una esclava, una prisionera. Una habitación que ni siquiera podría considerarse una por el mal estado en el que está. Suciedad por doquier, las paredes de concreto hundidas en la miseria tan descuidadas con varios grietas por donde veas, no hay ventanas, no entra la luz del sol y aunque no hay rendijas, el clima aquí está -12. Las semanas que he estado aquí me han mantenido la piel helada al tacto. Mi cuerpo tiembla exigiendo, gritando por calor, por los brazos de Zayn.

Cuanto lo extraño...cuanta falta me hace...

Mis labios titiritaban con la nariz rojiza, al igual que mis mejillas con mis labios morados por el frío. Odio este lugar, odio esta vida. Odio a RX.

Roman Xidirov.

Ese es el nombre del maldito león que decapitare. Lo destruiré y lo haré comerse su asqueroso crimen hasta que tenga una probada de cada cosa que hizo.

Me estremezco en el suelo buscando refugio en mi misma, un calor inexistente que anheló al igual que el consuelo en mi dolor. Siento que parte de mi mundo se está yendo, en esta maldita oscuridad y helada crueldad que me abruma día con día. La tortura sin saber cuándo podré huir...cuando vendrán por mi, extraño tanto a mi hogar, a mis amigos...a mi madre. Temblequeo acostada en la suciedad bajando mi mirada a la heridas en mi cuerpo que aún vendadas han logrado abrirse, en dolor se extiende por mi cuerpo haciéndome agonizar de la sensación que quema mis entrañas.

Dios esto solo es una pesadilla que acabará pronto. Siento que el tiempo se ha vuelto lento, entre más ruego mis súplicas se desvanecen en el aire.

<<No tengo las fuerzas para seguir>>

<<Ya no puedo. Siento que voy a pudrirme aquí>>

—Ya no...

Ya ni tengo al misma fuerza de antes, ya no tengo la ferocidad y agallas. <<¿De qué me han servido?>> Solo he logrado que me lastimen.

Cada que intento defenderme, solo consigo un castigo peor al otro, ya pase por la torturada de estar amarrada en la silla sin poder moverme mientras agonizo con las cuerdas de acero enroscándose en mis extremidades hasta el punto de hacerme sangrar. Pasar días sin comida, tener que soportar ser golpeada por sus hombres, obligarme a comer cosas que ni siquiera debería ser comestibles.

Me siento como un maldito objeto de su diversión, le gusta jugar con mi mente y solo hace que mi ira se acumule.

¿Cuántas veces más debo ser azotada? ¿Cuánto más debo soportar? Esto solo es el comienzo, no llevo ni tres meses aquí y las pruebas recién empiezan...no se cuanto más podré fingir ser fuerte.

HAUNTING BUTTERFLY (Lobo y conejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora