| Capítulo 36 |

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Sam.

Alemania.

El silencio en el pasillo era ensordecedor.

De alguien que considere hermana....ya no existía.

El eco de los tacones de aguja resonaba de manera ominosa, creciendo más y más cerca. El frío en el aire se volvía más denso, casi palpable. Me aferré al arma, mi mano sudorosa temblando ligeramente, mientras Hill se mantenía a mi lado, su mirada aguda escudriñando cada sombra. La tensión en el ambiente era casi tangible, y el miedo se instalaba en cada rincón de mi cuerpo.

De repente, una figura emergió de la penumbra. Las botas largas de tacón de aguja eran lo primero que vimos, seguidas por un vestido negro ajustado que se fundía con la oscuridad. Mi corazón latía con fuerza mientras observaba cómo la figura se acercaba, el sombrero negro inclinándose hacia adelante, ocultando el rostro de quien estaba bajo él.

—¡Detente! —grité, apuntando mi arma hacia la figura que se acercaba.

La figura se detuvo, y la luz parpadeante del pasillo reveló unas piernas esbeltas, seguidas por un cuerpo perfectamente esculpido. El sombrero negro se levantó ligeramente, y entonces vi la cara que había temido ver. Tessa, mi mejor amiga, estaba allí, frente a mí, pero su mirada era fría y despiadada. No era la Tessa que conocía; era Hela, la asesina letal que había estado cazando.

—Sam, qué sorpresa. No pensé que me encontrarías aquí.

Su tono era sarcástico, casi burlón. Mi mente luchaba por procesar lo que estaba viendo. ¿Cómo era posible que la persona que había sido mi amiga, la misma que había compartido tanto conmigo, ahora estuviera del lado de Roman Xidirov?

No quiero hacer esto...no puedo dispararle.

—Tessa, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué estás haciendo esto?

—No estoy aquí para jugar a las preguntas y respuestas, Sam. Estoy aquí porque Roman me lo ordenó. ¿Y sabes qué? Él ha ganado. —Sonrió con una frialdad que me heló el corazón.

En un intento desesperado de llegar a la Tessa que conocía, intenté razonar con ella. Mi mente se enfocaba en Zayn, el único que podría tener una conexión con lo que estaba ocurriendo.

—Tessa, Roman te está manipulando. Zayn... él nunca dejó de buscarte. ¡Roman te ha mentido!

La mención de Zayn parecía tocar una fibra sensible en Tessa. Su rostro se torció en una mueca de ira, y el brillo en sus ojos se volvió más intenso.

—¡No hables de él! Roman dice que él es el enemigo. Me dijo que él nunca te ha querido, que tú y él solo están tratando de destruirme. ¡Y ahora, tú, tú eres parte de ese plan!

El desdén en su voz era palpable, y pude ver la rabia brotar de ella. Apuntó su arma hacia mí y a Hill, sus manos temblando con la furia contenida. Hill intentó hablar, su voz calmada pero preocupada, intentando apaciguar la situación.

—Tessa, por favor. No tienes que hacer esto. Hay otra manera. Somos tus amigos.

Pero Tessa no parecía escuchar. Su teléfono sonó de repente, y una expresión de satisfacción apareció en su rostro. Levantó el teléfono y contestó la llamada, su voz cambiando a un tono más sumiso.

—Sí, Roman. Todo está bajo control. Sí, he capturado a Sam y Hill. —Se volvió hacia nosotros, su sonrisa se hizo más amplia y cruel—. Roman ha ganado. ¿Algún otro comentario que quieras hacer, Sam?

En un giro inesperado.

Tessa se volvió hacia Hill, apuntándole con el arma. Sin previo aviso, disparó, y el sonido del tiro resonó en el pasillo. Hill se desplomó, un gemido de dolor escapando de sus labios. No era una herida mortal, pero el disparo había sido suficiente para incapacitarlo.

HAUNTING BUTTERFLY (Lobo y conejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora