XLI

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Por más que me queje de esa triste excusa de habitación donde me hospedo con Issei, no lo van a cambiar por nada. Así que dejé mis cosas y decidimos salir a pasear por el lugar.

Todo el grupo decidió ir a Kyoumizu-dera tal como lo decidimos días antes. Comenzamos con una entrada a la calle Matsubara dori, una calle repleta de tiendas de recuerdos y dulces antes de irnos a los templos.

En una de esas tiendas, Asia y los demás se detuvieron cuando vieron uno de esos adornos de zorros blancos mostrándose en el exterior.

Asia: ¡Hay muchos zorros lindos! Quiero llevarlos todos a casa.

Dante: Es nuestro primer día, no te preocupes. Además, sería mucho peso para cargarlo hacia la montaña --- dije mientras intentaba persuadirla de que no los comprara.

Considerando el dinero que no se gasta, probablemente lo haga.

Asia: ¿Al menos podría comprar algunos amuletos? --- preguntó, haciéndome ojitos de cachorro.

Maldita sea ella y su ternura.

Dante: Compra lo que quieras, yo lo cargaré en mi mochila. Incluso los zorros --- dije mientras le entregaba mi tarjeta de crédito.

Si no conociera bien a Asia, diría que intenta asesinarme con la lindura que puso su rostro.

Irina: ¡Xenovia! --- corrió hacia la peliazul, que verificaba una espada de madera que vendía la tienda --- Mira, mira, ¿no es lindo?

Xenovia: Sí, lo es --- dijo con una sonrisa.

No muy lejos, Motohama aprovechó que las tres chicas más bellas del grupo estaban reunidas para tomarles una foto.

Le voy a pedir una copia después.

Dante: Sigamos.

Después de unas fotos más, y guardar unos cuantos recuerdos que compró Asia en mi mochila, fuimos a nuestro siguiente sitio turístico: La entrada al templo Niou.

Cuando llegamos, lo primero que vimos fue la estatua de zorro que estaba en la entrada. Llevaba en sus fauces una hoz para cortar arroz.

Dante: Inari, la diosa kitsune de la fertilidad, el arroz, la agricultura y el éxito en general --- dije en voz alta.

Xenovia: ¿La diosa de la fertilidad? --- preguntó, sonando interesada --- Ahora vuelvo.

Fue al templo y arrojó un par de monedas al lugar de ofrendas, donde se puso a rezar.

Xenovia: Por favor, que Dante pueda darme duro contra el mu... digo, que me dé hijos.

Mi cuerpo se estremeció. ¡Se corrigió al final!

Desvié la mirada y me concentré en otra cosa que no sea a Xenovia rezar sobre que le dé... hijos.

Cuando mi mirada se elevó al techo, noté una figura entre la madera. Una figura misteriosa y blanca que no puedo identificar.

¿Qué es eso?

Issei: ¡Oye, Tony!

Su grito me sacó de mi concentración y me hizo voltear hacia donde mis amigos, quienes ya habían entrado en el camino de los Toriis infinitos.

Dante: ¡Ya voy! --- dije antes de darle otra mirada al techo.

No hay nada. Qué raro.

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El hijo de Sparda (OC X HIGHSCHOOL DXD) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora