II

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Hay muchas maneras en que uno se despierta en las mañanas. Ya sea por la alarma programada del despertador, la costumbre de levantarse temprano… o tu mamá echándote agua fría en la cara.

Pero, te apuesto que al despertar y abrir los ojos, no esperas ver una pistola apuntando a tu cara.

Y eso es lo que le está pasando a Rias Gremory justo en este momento cuando despertó en MI cama a MI lado.

Tal vez ella no esperaba eso, y honestamente yo tampoco.

Sin embargo, mientras esperaba que ella se asustara al ver mi arma, ella hizo lo contrario. ¿Cómo? Pues simplemente levantó los brazos hacia arriba para estirarse y bostezar lindamente, dejando que sus pechos expuestos se sacudieran levemente.

Rias: Buenos días — dijo con una sonrisa.

Tony: Buenos días — sonreí antes de volver a fruncir el ceño — Ahora responde. ¿Qué haces aquí?

Rias: No tienes que ser tan hostil, Anthony Redgrave — dijo sin dejar de sonreír — Por cierto, ¿puedo llamarte Anthony?

¿Qué tan despreocupada es esta chica?

Tony: Tú… por… ¿sabes qué? No importa. Has lo que quieras — dije mientras lentamente dejaba mi arma en mi mesa de noche — Al menos respondeme. ¿Qué haces en mi cama… y desnuda?

Rias: Bueno, vine de visita para hablar contigo después de que llevaste a Issei Hyoudou a su casa luego de enfrentarte a ese ángel caído. Pero cuando llegué, ya estabas profundamente dormido. Yo también estaba cansada, así que me metí en la cama contigo.

Eso no explica la razón de su desnudez.

Como si ella leyera mi mente, aclaró mi duda.

Rias: Me gusta dormir desnuda. Es un hábito que heredé de mi madre — dijo sonriendo como si lo que acaba de decir fuera lo más normal del mundo.

Tony: ………

Tan solo parpadeé, incrédulo por lo que acabo de oír. ¡Y ni siquiera sé cómo responder a eso!

Rias: Además, no puedes decir nada cuando tú también duermes desnudo — dijo señalando mi torso.

Tony: Ah — miré hacia abajo, donde las sábanas tapaba mi zona inferior — No puedo discutir contra eso — me encogí de hombros — ¿De qué quieres hablar conmigo? — pregunté mientras me recostaba de lado para verla mejor.

Rias: Sobre lo de anoche — dijo haciendo lo mismo que yo — Te enfrentaste a un ángel caído con solo una pistola… una pistola que destruyó una lanza de luz.

Tony: ¿Y eso es algo increíble? — levanté una ceja.

Rias: asintió — Una lanza de luz no puede ser destruida por un arma hecha por un humano. Se necesita algo más que eso para destruirla. Y eso me lleva a la siguiente pregunta… ¿eres un demonio?

Tony: Se podría decir eso — dije encogiéndome de hombros — Y viendo tu belleza, debo asumir que eres un… ¿ángel?

Rias: Demonio… al igual que tú — sonrió sin ser afectada por mi coqueteo — ¿Y qué haces aquí?

Tony: Bueno, estoy acostado con una hermosa mujer en mi cama — dije siguiendo con mi coqueteo — Y debo decir que he conocido muchos demonios… pero ninguna tan bella como tú.

El hijo de Sparda (OC X HIGHSCHOOL DXD) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora