Narrador Omnisciente Todopoderoso.
Por suerte ha hecho esto desde pequeño, sino probablemente los patrones del tallado de la estantería acabarían siendo un asco a la vista. Sus manos trabajan por sí solas, su mente no las controla en este momento, él supone que deben estar haciendo un gran trabajo, porque de no ser así, Ishaq ya le habría llamado la atención.
Él tiene que llegar a casa esta noche y hacerle el amor a su esposa, eso es completamente normal, es un hombre joven, está enamorado, está casado y... es un tonto.
Tonto, tonto, tonto.
Y ella es lo más hermoso y delicado que pudo haber creado Dios. Su rostro es como una de esas flores blancas que se recuestan en las colinas en Nazareth, cuando es primavera. Su mirada es como si el sol te tocara en pleno mediodía. Su andar es elegante, como una gacela, y él podría vivir de solo verla.
La sola idea de evocar una imagen de ella más allá de sus labios hace que se le seque la garganta.
Sus manos sudan, el agarre del cincel resbala de sus manos, pero se da cuenta justo antes de dar el martillazo y se detiene.
Manos torpes. Manos ásperas. Ni siquiera merecen el solo contacto con su suave piel. Nada en mí es digno de ella.
No obstante, se obliga a desterrar esos pensamientos de su cabeza mareada porque si pasa un segundo más dudando de su autoestima, eventualmente perderá la cabeza.
Ni siquiera sabe por donde empezar cuando piensa en todo lo que siente por ella: admiración, pureza, profundo respeto, alegría, ansia de estar junto a ella. Jamás ha amado tanto como siente que la ama. No hay duda de que todos estos sentimientos solo pueden venir de Dios.
Entonces, por todo lo que siente y por todo lo que ella representa para él, hace todo lo posible para tratar de recordar todo lo que le había enseñado su padre y lo que le había aconsejado su hermano acerca de los deberes conyugales.
Claro, si por enseñar nos referimos a las charlas infinitamente incómodas desde Belén a Nazareth, y por consejos nos referimos a constantes bromas desde que se supo de su compromiso.
De todos modos, hace todo lo posible para escarbar en sus pobres recuerdos, retener lo verdaderamente importante, lo que a ella le gustaría y con lo que se sentiría cómoda, y descartar lo que no le haría, ni le obligaría a hacerle.
En su cabeza colisionan tanto sentimientos como ideas que debe ordenar, se anticipa a impulsos que puede llegar a presentar, impulsos que debe controlar, no puede arruinar nada, se prohíbe terminantemente a hacerlo.
—Carpintero —llama Ishaq, sacándolo del abismo de su cabeza antes de enloquecer.
—Ahmm...¿Si? —detiene su trabajo.
—Ra nos ha abandonado, has trabajado demasiado, puedes ir a casa —avisa, con las manos tras sí, y curvando una leve sonrisa.
—¿Qué? — No lo comprende, nunca lo hace, y no entiende por qué insisten los egipcios en hablar así con él.
—Ya es de noche —apunta a la ventana del depósito, en donde se alcanzaban a ver las estrellas en el cielo nocturno. —Puedes ir a casa —reitera.
Parecía una broma que la puesta del sol ya haya caído, o estuvo demasiado tiempo pensando, o Dios estaba aburrido y quería burlarse de él, al punto de adelantar la noche para ver su desesperación.
Sea lo que sea, él ya podía volver a casa.
***
La duda cae desde que se pone el tonto vestido de noche, pero una parte de ella siente la necesidad de llevarlo, ya que lo habían confeccionado su madre y sus hermanas, junto con el de bodas. Y como el de bodas no lo había usado, sino que en su momento se vio obligada a usar el de Isabel. Era justo que ahora llevara el que hubiera sido para el ritual de la primera noche.
ESTÁS LEYENDO
Antes, durante y después de la Estrella (Journey To Bethlehem / Camino a Belén)
FanficDetalles que creo que faltaron en la película porque obviamente, al ser una película, no puede durar la cantidad de tiempo que necesito que dure para todas las respuestas que quiero.