Capítulo 25

25 4 1
                                    

Adeline

⸺¿Segura que no quieres otra copa? ⸺negué con la cabeza mientras tomaba otra rebanada de la pizza de aquel restaurante italiano.

⸺No soy buena para el alcohol⸺ confesé. ⸺Dame una segunda copa y comenzaré a hablar sin sentido.

⸺¿Hay una historia vergonzosa detrás de esto? ⸺preguntó con la diversión brillando en sus ojos.

⸺La verdad es que no, la primera vez que probé el alcohol fue en una cena con mi papá y Sharon, así que, aunque ellos les causó gracia mi poco aguante, no pasó nada relevante.

⸺Qué decepcionante⸺ comentó bebiendo de su tercera copa. ⸺¿Estarías dispuesta a hacer un experimento?

⸺Jamás⸺ aseguré. ⸺Y menos contigo.

⸺¿Y eso qué quiere decir? ⸺ inquirió ofendido.

⸺Jamás bebo con mis amigas por temor a que termine bailando sobre una mesa y que ellas se dediquen a grabarlo para recordármelo el resto de mi vida. Si lo hiciera contigo, estoy segura de que, de alguna forma, tú serías el que me convenciera de hacerlo.

⸺Así que tengo influencia sobre ti⸺ señaló con arrogancia.

⸺Oh, no es eso, solo sé que mis amigas solo se asegurarían de avergonzarme con lo que ya estoy haciendo, y tú te divertirías influenciándome a hacerlo. 

⸺Eso no es verdad.

⸺¿Quieres que te recuerde tu gran tour al inicio del semestre? ⸺ lo reté, y aquello hizo que se quedara a media oración.

⸺De acuerdo, veo tu punto. Pero que sepas que jamás te obligaría a hacer algo que no quisieras, qué va, ni siquiera lo grabaría, te dejaría ser libre y feliz en ese momento.

⸺Pero sí me lo recordarías⸺ lo acusé, y él se limitó a beber para ocultar su sonrisa.

El celular de Alec sonó en aquel momento, y vi que dudaba en contestar, pero antes de decidirse por hacerlo, la pantalla se puso en negro.

⸺¿Pedimos un postre? ⸺sugirió como si la llamada jamás hubiera entrado. ⸺Podemos compartir.

⸺Sí, claro⸺ respondí volviendo mi atención al menú que nos habían dejado. ⸺¿Tienes antojo de algo en especial?

El celular volvió a sonar, y vi que lo había vuelto a bloquear.

⸺¿Alec?

⸺Perdón, ¿qué decías?

Una vez más, sonó el celular.

⸺Creo que deberías contestar.

⸺No es nada⸺ respondió. Pero antes de que pudiera guardarlo volvió a timbrar.

⸺Puede que lo sea⸺ observé.

Su atención pasó de mí a su celular antes de tomarlo renuente.

⸺Ya vuelvo⸺ avisó antes de salir del lugar.

Pude verlo a través del cristal, y aunque no escuchaba lo que decía, parecía molesto con la persona con quien hablaba. Exhaló tallando sus ojos antes de mirarme, y al darse cuenta de que lo veía, se alejó un poco más.

⸺¿Todo bien? ⸺pregunté cuando volvió.

⸺Sí. Sí, no te preocupes. Solo que tengo que ir por mi hermana a sus clases de ballet.

⸺Oh, está bien, vamos pidiendo la cuenta y...

⸺¿Te importaría acompañarme? Conozco unos helados que tienen gran variedad de sabores que podrían gustarte.

⸺¿Quieres que vaya contigo?

⸺Creo que es justo lo que dije hace unos segundos⸺ se burló. ⸺Si voy acompañado a dejarla a casa podré librarme de quedarme a cenar.

⸺Vaya, gracias por usarme para evitar cenas familiares.

⸺Eso, y que me gusta estar contigo⸺ sonrió obligándome a desviar la mirada.

⸺Sí, claro. Trata de endulzarlo ahora.

⸺Trato de ser honesto ⸺se justificó. ⸺Es el primer paso para ganarme tu confianza. ⸺Volteé los ojos ocultando una sonrisa. ⸺¿Entonces?

⸺Vamos, no me has fallado con tus recomendaciones de alimentos, así que quiero probar esos helados.

⸺Y yo que creí que era porque también disfrutabas de mi compañía.

⸺Tu compañía suele incluir comida gratis, así que sí. La disfruto.

Llevó una mano dramáticamente a su corazón.

⸺¿Quién es el que usa a quién ahora? Además, eres tú la que me debe un desayuno.

⸺Eres tú el que no me deja pagarlo⸺ lo acusé.

⸺Debo hacerme el difícil o te aburrirás de mí en poco tiempo, mi Adeline.

⸺¿Así que piensas mantener nuestra amistad basada en que te debo un desayuno? ¿Qué? ⸺pregunté al verlo sonreír.

⸺Así que ya somos amigos oficialmente.

⸺¿Lo dudabas? ⸺pregunté verdaderamente sorprendida.

⸺Dudar... dudar... no. Pero no sé⸺ se encogió de hombros. ⸺Uno nunca puede estar seguro de que ha formado una amistad hasta que se lo dicen.

⸺Eso no es cierto. Si no fuéramos amigos, no estaríamos comiendo justo ahora.

⸺Creí que era porque era gratis.

⸺Eso también influye, sí⸺ bromeé. ⸺Pero está bien, si quieres que te lo confirme a pesar de todo este tiempo que hemos pasado juntos... ⸺Me enderecé en mi asiento poniéndome seria. ⸺Alec, yo te considero mi amigo.

Me imitó intentando ocultar su sonrisa.

⸺Y yo te considero mi amiga, Adeline.

⸺Excelente, en ese caso, ya somos amigos. ¿Ahora podemos ir por esos helados? ⸺Volteó los ojos. ⸺Ya es muy tarde para deshacer esta amistad⸺ canturreé.

⸺Lo acepto si tengo pase libre a que me salves de tantas cenas como puedas.

⸺Acepto.

⸺Y a molestarte eternamente con tus dotes musicales.

Mi sonrisa desapareció al tiempo que su risa hacía acto de presencia.

⸺Oh, estoy seguro de que amaré esta amistad.

⸺¿Sabes qué amarás más? No volver a encontrar ese trapo viejo tuyo.

⸺No te atreverías⸺ se inclinó sobre la mesa.

⸺Pruébame, Valencia.

⸺Dilo cantando y quizá tome en serio tu amenaza, Jauregui.

⸺Oh, despídete de ese trapo viejo.

Volvió a reír, y me decepcioné al notar que aquel sonido que empezaba a serme familiar desapareció cuando llegó el mesero con la cuenta.

⸺Vamos⸺ se puso de pie después de pagar. ⸺Vayamos por mi hermana y esperemos que con el helado olvides tus amenazas.

⸺Jamás⸺ aseguré al pasar a su lado para dirigirnos a la salida. 

Puntos suspensivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora