Capítulo 10

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Adeline

Estaba sentada sobre la alfombra de la sala haciendo tarea cuando escuché la puerta abrirse.

⸺Hola⸺ saludé al ver a Leo entrar por la puerta. Después de un mes viviendo aquí, ya me había hecho a la idea de que Leo y Pol entraban como si esta fuera su casa, incluso había veces en las que alguno, normalmente Pol, se quedaban a pasar la noche. ⸺Lyss y Alec siguen fuera⸺ le avisé mientras él tomaba algo de la cocina.

⸺Lo sé. ¿Te molesta si espero contigo?

⸺Para nada⸺ le sonreí mientras él se sentaba a mi lado y sacaba su computadora de la mochila.

Leo me agradaba, normalmente con él podíamos estar en silencio cada uno haciendo lo suyo, y era bastante cómodo, a decir verdad. Mi problema era cuando hablábamos, no es que la conversación no fluyera, porque sí que lo hacía. El problema es que solíamos hablar solo de libros, y no es que me estuviera quejando, pero no quería desgastar el tema de conversación, o que él creyera que solo me interesaba para hablar de ello. Así que decidí que sería bueno comenzar a ampliar nuestros temas de conversación para así llegar a conocerlo más.

Ya era prudente hacerlo, ¿cierto?

⸺¿Cómo te ha ido? ⸺ pregunté sin despegar la vista de mi pantalla, aunque no estaba viendo nada en particular.

⸺No me quejo, he tenido una semana tranquila. ¿Y tú?

⸺Bien.

Pensé en agregar algo más, pero la verdad es que no tenía nada interesante qué contar, así que me arriesgué haciendo otra pregunta.

⸺¿Cómo te fue con tu mamá?

Aquello lo hizo sonreír.

⸺Bastante bien. Es algo cansado ir, pero me gusta visitarla lo más que puedo, como te darás cuenta.

⸺Son muy cercanos⸺ señalé.

⸺Es la mujer a la que más admiro.

⸺¿Es pesado por el viaje?

⸺En parte, pero cuando estoy allá también le ayudo en el restaurante que tiene.

⸺Oh, cierto. Creo que algo me había comentado Lyss.

⸺Lo más seguro, cada que regreso pregunta por qué no le he traído nada. Quizá la siguiente no lo olvide. Espero no hacerlo, o estoy seguro de que me regresaría.

⸺Intentaré recordártelo⸺ me ofrecí entre risas.

⸺Te lo agradecería mucho⸺ respondió con una sonrisa que le devolví.

⸺¿Hace mucho que tiene el restaurante?

⸺Hace unos años, sí. No sé si lo sepas, pero mis padres se separaron cuando yo era muy chico. Al principio mi padre se portó como debía⸺ dijo amargamente. ⸺Y después nos abandonó por completo.

No supe qué decir. Un lo siento no arreglaría nada. Eso lo sabía.

⸺No te preocupes⸺ me calmó al ver mi cara. ⸺Ya hace tiempo de eso⸺ se encogió de hombros. ⸺Como sea, fue cuando mi madre decidió que nos mudaríamos a la casa de su infancia.

⸺Fue cuando te separaste del grupo, ¿no?

⸺Sí. Decirte que estaba molesto era poco, pero una vez mi madre me explicó la situación, fue un poco más fácil. También sirvió el que ellos fueran a visitarme seguido o incluso que yo viniera a quedarme algunos fines de semana con ellos. Nunca se los he dicho, pero si no fuera por ellos... la situación en mi casa era bastante complicada y⸺ exhaló como si el recuerdo aún le pesara. ⸺Estoy agradecido de tenerlos en mi vida. Pero si repites esto lo negaré hasta la muerte.

Puntos suspensivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora