Adeline
⸺¿Cómo va tu día? ⸺preguntó Lyss al verme llegar.
Desde el primer día de clases habíamos estado almorzando juntas, y el que nuestros horarios se prestaran para esto, era lo que más agradecía. A veces solo compartíamos 15 minutos, pero algunos días, como este, teníamos una hora completa, y, a decir verdad, se estaban convirtiendo en mis momentos favoritos. Sobre todo, porque desde el inicio de esta semana casi no la veía, ya que había comenzado sus clases en la escuela de artes por la tarde.
Leo y Pol llegaban algunas veces, a la cafetería o al departamento. Y aunque comenzaba a hablar más con ellos, prefería pasar el tiempo con Lyss. Me sentía cómoda estando con ella, y comenzaba a agarrarle confianza. ¿Lo mejor de todo? Estaba casi segura de que el sentimiento era mutuo.
A quien rara vez veía era a Alec. Nuestros horarios no coincidían por lo que la mayoría de las veces solo lo veía para despedirme antes de ir a clases. Aunque una que otra noche sí que se unía a cenar, pero normalmente, desaparecía. Incluso el fin de semana pasado lo vi salir con una mochila y avisar que volvería después.
No lo he visto desde entonces.
⸺Bien⸺ respondí sentándome frente a ella. ⸺¿Tú cómo vas? ¿Aún mucha tarea?
Exhaló con pesadez mirando los apuntes frente a ella.
⸺Demasiada. ¿Qué los profesores no son conscientes que a ellos les tocará revisar todos estos trabajos? Yo solo digo, que, si yo tuviera que leer el ensayo de unos 200 alumnos, al menos pediría una extensión corta⸺ se quejó.
⸺¿Otro ensayo?
⸺Exactamente mi punto. Pero como sea⸺ cerró su computadora para hacerla a un lado. ⸺Ya has llegado tú, lo que significa que toca descanso.
⸺¿No estabas empezan...?
⸺Descanso Adeline. Descanso⸺ me repitió acostándose sobre la mesa.
⸺Por eso no avanzas y terminas haciendo todo a altas horas de la madrugada.
⸺Oye⸺ se enderezó.⸺ En algún momento tengo que comer.
⸺Yo no te veo comiendo⸺ le señalé con una sonrisa.
Estaba por defenderse cuando Leo llegó a la mesa.
⸺Hola⸺ nos saludó a ambas tomando asiento junto a Lyss. ⸺¿Cómo van?
⸺Vamos, que es lo que importa⸺ comentó ella con el mismo tono melodramático al que ya comenzaba a acostumbrarme.
⸺Estoy seguro no va tan mal.
⸺¿Quieres ponerte a hacer mi ensayo?
⸺¿Otro? ⸺preguntó igual de sorprendido que yo.
⸺Exacto⸺ exclamó ella indignada.
Dejó caer la cabeza sobre el hombro de Leo quién con su mano comenzó a peinar su cabello.
⸺Nuestra pobre Lyssi teniendo que soportar todas estas tragedias⸺ se burló, a lo que Lyssandra se levantó con un gesto de indignación en su rostro y golpeó su brazo.
⸺No sé por qué sigo siendo amiga suya.
Leo rio antes de girarse a su mochila y sacar algo de ella.
⸺Por cierto⸺ me miró. ⸺Te traigo el libro. Lamento haber tardado⸺ se disculpó deslizando el libro hasta mí.
⸺No te preocupes⸺ le sonreí para sacar a la vez el libro que llevaba en mi mochila desde que me dijo que lo llevaría a la universidad después de que se olvidara un día que llegó al departamento.
⸺¿Estarás aquí el fin de semana? ⸺ preguntó de pronto Lyss a Leo, quien negó con la cabeza mientras limpiaba sus lentes.
⸺Iré a visitar a mi madre, me iré el viernes saliendo de clases.
⸺¿Vive lejos? ⸺ pregunté intentando integrarme a la conversación.
Aplausitos a mí por eso.
⸺A unas dos horas.
⸺Envíale mis saludos⸺ intervino mi compañera. ⸺Dile que la siguiente vez iré, aunque no me invites.
⸺No me mires así. Tú tienes un ensayo que terminar, no podías ir aunque quisieras. ⸺Lyss vio con mala cara a la computadora frente a ella. ⸺Te traeré de lo que prepare. Lo prometo.
⸺Ahora recuerdo por qué somos amigos⸺ respondió Lyssandra más animada.
Nos quedamos ahí hasta que sonó la alarma de mi celular indicando que pronto iniciaría mi siguiente clase, así que nos despedimos y cada uno se dirigió al edificio que le correspondía.
Mi siguiente clase no quedaba muy retirada de la cafetería, por lo que llegué a tiempo.
Hace días que me había dado por vencida en eso de buscar amigos, así que llevaba los audífonos puestos y no me los quitaba hasta comenzar la clase, sabiendo que nadie intentaría hablar conmigo. Y ¿honestamente? No me molestaba. Iba, hacía lo que tenía que hacer y listo. Aunque había sus excepciones, por ejemplo, en aquel momento, cuando al final de la clase la maestra dijo las palabras que más temía como estudiante: Trabajo grupal. Y peor aun cuando agregó el "hagan los equipos".
Comencé a guardar mis cosas, ignorando el hecho de que el resto ya comenzaba a juntarse con otras personas para organizarse. Los equipos serían de tres, pero había gente pidiendo que fuera de más integrantes.
¿Cómo le hacía la gente para conseguir tantos amigos?
Ya había sacado cuentas, y para mi suerte, en esta clase quedaban las tercias justas, por los que podía evitarme el buscar a un grupo que se viera agradable para preguntarles si podía unirme a ellos. O que la maestra se diera cuenta que faltaba de equipo y decidiera preguntar quién me aceptaba en el suyo.
Detestaba la última opción.
Después de lo que me pareció un tiempo decente, alcé la vista para buscar a quienes les hacía falta un integrante para su equipo.
⸺Hola. ⸺La voz de un chico a mi lado me asustó. ⸺Lo siento.
⸺No, está bien, estaba distraída.
⸺¿Tienes equipo? ⸺preguntó la chica a su lado. Negué con la cabeza. ⸺¿Quieres unirte al nuestro?
⸺Sí. Gracias. ⸺Me sonrió.
⸺No eres de aquí⸺ señaló el chico.
⸺No, no lo soy.
⸺No la interrogues tan pronto⸺ le pidió la rubia. ⸺Él es Diego, yo soy Leilani.
⸺Adeline.
⸺Pásame tu número para que podamos ponernos de acuerdo.
Tomé su celular y escribí mi contacto antes de devolvérselo.
⸺Oye, creo que estamos juntos en la clase de traducción financiera.
⸺Sí. Ahora que lo mencionas creo que te he visto. ⸺La verdad es que lo había visto desde el primer día. A ambos, de hecho.
Escanear el salón, o más bien, a las personas dentro de él, fue de las primeras cosas que hice. Además, habían sido de las primeras en captar mi atención. El chico pelirrojo que se sentaba junto a la rubia a la que amaba por responder a las preguntas del profesor cuando se hacía el silencio.
⸺Hice un grupo para que fuera más fácil. Aún no han abierto la asignación en la plataforma, pero avisaré cuando esté para comenzar a trabajar.
⸺Relájate un poco, no se entrega hasta dentro de un mes.
⸺Porque es trabajo final que vale como el 30% de la calificación, genio. No dejaré que nos olvidemos de este trabajo para hacerlo hasta el final.
Sonreí. Me agradaba saber que no era la única así de intensa en cuestiones de trabajos. Parecía que había conseguido un buen equipo, pero por si las dudas, mantuve los dedos cruzados.
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Puntos suspensivos
Romance¿Te dejarías amar aún sabiendo que va a terminar? Adeline tenía un plan. Había aceptado una beca para irse de intercambio y así aumentar sus posibilidades de conseguir su trabajo soñado. Sabía lo que tenía que hacer y nada iba a distraerla. Ni siqu...