Capítulo 31

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Adeline

Cerró los ojos cuando pasé mi mano por su cabello una vez volvimos a sentarnos.

⸺Te mentí aquel día que hablamos sobre lo que esperábamos para nuestro futuro. ⸺Su voz se había vuelto taciturna. Aún desgastada por el llanto que sus ojos enrojecidos evidenciaban. ⸺Sí sé lo que quiero. ⸺Su mirada se ensombreció. ⸺O al menos lo sabía.

Guardé silencio, esperando a que continuara como lo había estado haciendo el resto de la noche temiendo cortar aquel momento. Me estaba confiando algo que parecía necesitar hablar, y no quería decir algo incorrecto y fallarle de alguna forma.

⸺No te lo había contado, pero llevo toda mi vida jugando voleibol. Y era bastante bueno⸺ admitió. ⸺Llegué a jugar incluso en el equipo nacional.

⸺¿De verdad? ⸺asintió.

⸺Aunque ahora creas que solo soy un tipo que se dedica a beber por las noches, intentar recordar sus días laborales y mantenerse lo suficientemente despierto para sobrevivir a clases, antes era un atleta que en su vida había probado una gota de alcohol, tenía un horario estricto de sueño y pasaba su tiempo libre en una cancha. ⸺Dejó salir el aire en sus pulmones lentamente. ⸺Mi meta era jugar profesionalmente, es por lo que entré aquí en primer lugar. Tienen uno de los mejores equipos universitarios, y sabía que eso me abriría las puertas si jugaba bien mis cartas⸺ bufó.

⸺¿El día que te encontré saliendo de la oficina de deportes...?

⸺¿No decías que no me habías visto? ⸺ se burló.

⸺Estabas en esa zona, solo estoy suponiendo⸺ intenté defenderme torpemente.

⸺Lo que digas Adeline. Pero sí, el entrenador me había buscado para recordarme que mi número seguía disponible si lo quería.

⸺¿Piensas retomarlo?

Se quedó en silencio. Como si supiera la respuesta a la pregunta, pero aún se encontraba renuente a aceptarla.

⸺Deberías hacerlo.

⸺Yo... ⸺se quedó con la boca abierta sin saber cómo explicarse.

⸺¿Por qué no? Es claro que te encantaba jugar. Y no creo que estés listo para renunciar por completo.

⸺No puedo hacerlo.

⸺¿Por qué? ⸺insistí.

⸺Porque... No... ⸺exhaló frustrado. ⸺Sin Ian ni siquiera lo hubiera conocido. Él me llevaba a cada entrenamiento que mis padres no podían, los cuales eran bastantes. Y son más los partidos a los que fue que a los que faltó. Incluso cuando eran fuera de la ciudad. ¿Cómo volver a hacerlo sin él?

⸺Pero era algo tuyo. Él te ayudó, sí. Pero jugarlo te hacía feliz a ti.

⸺¿Y por qué debería de ser feliz en un mundo donde él no pudo? Si alguien merecía ser feliz era él.

⸺¿Y tú?

Llevó su mirada al frente.

⸺Ya no quiero hablar de esto.

Impedí que se pusiera de pie, a lo que me miró extrañado.

Quizá estuviera cruzando una línea que no me correspondía, pero puede que nunca volviera a abrir esta puerta de todas formas, y quería intentar ayudarlo. Hacerle ver que su vida no terminaba con Ian.

⸺Tú mereces ser feliz⸺ recalqué mirándolo de frente. ⸺Y no sé cómo se siente perder a alguien, mucho menos de esa forma. Pero, Alec, él tuvo sus razones, te gusten o no. Las aceptes o no. No tienes qué entenderlas. No cuando intentarlo te lastima y tú sigues aquí. ¿En serio quieres vivir toda tu vida así?

Puntos suspensivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora