Capítulo 17

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Adeline

Ya había salido el sol cuando unos gritos me despertaron.

⸺Alec, te estoy hablando⸺ escuché la voz de Lyss.

⸺Y ya escuché lo que tenías por decir⸺ se defendió él. ⸺Así que, por favor, solo déjame ir a mi habitación en paz.

⸺No puedes seguir así⸺ continuaba ella. ⸺Son las 10 de la mañana, hace unas pocas horas que llegaste y te encuentro así.

⸺Si no es problema para mí, no lo debe ser para ti⸺ su tono de voz era firme, y podía imaginármelo a ambos retándose con la mirada.

⸺Sabes que es un problema, solo no quieres enfrentarlo.

⸺No sabes nada, así que mejor déjalo así.

⸺¿Qué crees que hubiera pensado de verte así? ⸺volvió a gritar Lyss, pero en esta ocasión, la única respuesta fue el golpe de la puerta al cerrarse.

El departamento se quedó en completo silencio. Ni siquiera me atreví a moverme de mi cama, solo me quedé esperando hasta que escuché los pasos de Lyss dirigiéndose a su cuarto.

Una parte de mí quería ir a ver si estaba bien. Si ambos lo estaban. No solían discutir a menudo, y jamás los había escuchado gritarse, entonces sabía que algo grave debió de haber sucedido. O al menos así lo creía Lyss, mientras que Alec no le tomaba tanta importancia, o eso fingía.

Me levanté de la cama, y me alisté para salir de mi habitación, pero en lugar de tocar a sus puertas, decidí ir a la cocina y prepararles algo en un intento por mejorar el ánimo del lugar. No era la mejor cocinando, pero me defendía lo suficiente como para preparar un buen pan francés.

Me coloqué mis audífonos para poner música y empecé a buscar lo que necesitaba, lo que me hizo agradecer a mi yo del pasado por comprar lo necesario el otro día que me tocó hacer las compras.

Llevaba ya algunos preparados cuando vi a Lyss salir de su habitación.

⸺¿Qué estás haciendo que huele tan bien? ⸺canturreó.

⸺Pan francés⸺ respondí quitándome los auriculares. ⸺¿Te sirvo uno?

⸺Que sean dos⸺ respondió con una sonrisa.

⸺Primero prueba y decide si te gustan⸺ le dije entregándole el plato.

Llevó su corto cabello detrás de las orejas y cortó un trozo del pan que llevó de inmediato a su boca. Esperaba atenta a su reacción, y una sonrisa apareció en mi rostro al verla cerrar los ojos haciendo un sonido aprobatorio.

⸺Sí, que sean dos, por favor⸺ aseguró.

⸺Te prepararé tres⸺ le dije guiñando un ojo. ⸺Después de la presentación de ayer te los mereces.

⸺¿Te ha gustado?

⸺Me ha encantado. ⸺Serví otro pan a ella y puse uno en mi plato. ⸺Perteneces a ese lugar, es más que obvio.

Se sonrojó de inmediato.

⸺No tienes que mentirme por quedar bien.

⸺¿Y por qué haría eso? Tienes un gran talento, Lyss.

⸺Gracias.

⸺¿Sabes a quién más pareció gustarle? ⸺ Reí cuando se dio cuenta que me refería al chico del que me había hablado.

⸺Él ni siquiera estaba ahí⸺ agudizó la voz.

⸺¿Y eso cómo lo sabes tú? ⸺me burlé.

⸺Lo sé, y ya⸺ golpeó mi brazo con la servilleta.

Puntos suspensivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora