✏Trece✏

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Bien, podria decirse que Izuku tenia suerte...?

Pues ese día no iria a trabajar, pues un villano ataco a la ciudad y causo estragos en la ciudad, en especial serca de la cafeteria, razon por la que no tendria que trabajar ese día, y podria aprobechar para pasarlo junto con Shoto.

Quien ya se encontraba en la recamara del peliverde, jugando juegos de mesa los dos juntos, y hablando un poco sobre el proyecto de botanica, pero el bicolor decidio desviar un poco el tema.

-¿Como te fue en tu primer día de trabajo? -Pregunto curioso el bicolor-

-Mi primer día estuvo bien -respondió Izuku poniéndose un poco nervioso-. Los clientes fueron amables y mis compañeros también. Algunos más que otros... -murmuró lo último casi para sí mismo.

Retomó su tono normal y continuó:

-Aprendí mucho del manejo del servicio. Creo que con la práctica iré mejorando -dijo con una sonrisa-. Lo bueno es que hoy pude tomarme el día libre gracias al ataque. Así puedo estar contigo.

Tomó una de las fichas del juego y comenzó a moverla distraídamente por la tabla, evitando la mirada penetrante de Shoto. Sabía que éste no se conformaría con una respuesta vaga.

Tal vez sería mejor contarle la verdad sobre Ray... pero no quería preocuparlo innecesariamente. Suspiró levemente ante su dilema.

No queria comentar sobre Ray, pues tampoco estaba seguro de que decir al respecto, pues simplemente estaba siendo cortes a su modo,¿no?

Shoto notó la vacilación de Izuku. Su mirada captaba hasta los más pequeños detalles.

-Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿cierto? -dijo con suavidad-. No tienes que ocultarme nada.

El pecoso mordió su labio, antes de voltear a verlo con expresión algo angustiada.

-Es solo que... uno de los meseros, Ray, a veces se comporta un poco extraño conmigo -confesó con cautela-. No sé si solo bromea o qué, pero me pone nervioso cuando se acerca demasiado.

Suspiró aliviado de compartirlo al fin, aunque temiendo por su reacción. Shoto siempre había sido muy tranquilo, pero no quería provocar su ira contra ningún compañero.

-No quise mencionarlo antes para no causarte problemas...¿Está bien? -preguntó con timidez.

Shoto escuchó atentamente a Izuku sin interrumpir. Sus ojos, usualmente tranquilos, se entornaron levemente al oír sobre Ray. Pero mantuvo la calma.

-Entiendo que no quisieras decirme -respondió con suavidad-. Pero debes estar cómodo expresando cómo te sientes. Eso no causará problemas.

Tomó la mano de Izuku con delicadeza entre las suyas. Su tacto tibio transmitía comodidad.

-Si este Ray vuelve a incomodarte de alguna forma, prométeme que me lo dirás -pidió con firmeza, aunque sin perder la calma-. No permitiré que nadie te haga sentir inadecuado.

Besó sus nudillos con cariño, mirándolo a los ojos con sincera preocupación.

-Confío en que sabrás manejar la situación. Pero siempre estaré aquí para escucharte -agregó con una leve sonrisa.

Izuku sintió como todo su cuerpo se relajaba ante el contacto y las palabras tranquilizadoras de Shoto. Su calma y comprensión lograban apaciguar hasta su más pequeña inquietud.

-Gracias Shoto -dijo devolviéndole la sonrisa-, por escucharme y apoyarme. Significa mucho para mí -admitió con franqueza.

Besó tímida y cariñosamente el dorso de la mano que sostenía la suya, en un gesto de eterno agradecimiento. Ver aquellos ojos heterocromáticos, que irradiaban tanta paz y sinceridad, hacían que se sintiera a salvo.

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